La presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, colmó la paciencia de los integrantes del Consejo Consultivo de ese organismo autónomo al impedirles el acceso oportuno al proyecto de presupuesto 2024. Esto ocurre cuando, según la información que distintas fuentes adelantaron, Piedra Ibarra ya ha comentado a sus cercanos que buscará la reelección en 2024.
La titular de la CNDH quería que los seis consejeros opinaran sobre un documento que no habían analizado, un proyecto que estima que el próximo año la CNDH gastará mil 722 millones de pesos, casi el doble que el presupuesto anual de la Oficina de la Presidencia de la República.
La ombudsperson argumentó que los consejeros sólo tenían que dar su opinión sobre ese proyecto, pero no aprobarlo; y que sólo tenía que presentarles el documento, pero la ley no la obligaba a entregarlo con anticipación.
Los integrantes del Consejo Consultivo reaccionaron ofendidos: “es una chicanada”, “es dinero del pueblo, no se trata de un esquemita, de datitos para simular”, “aquí no van a tener consejeros que sean comparsas”, “ya basta de este tipo de interpretaciones a modo. Si es necesario vayamos a tribunales”. Estas palabras constan en el acta de la sesión ordinaria del Consejo Consultivo del pasado 25 de agosto revisada por ejecentral.
Fue una sesión ríspida que cerró de forma abrupta la presidenta de la CNDH al no haberse aprobado el orden del día, porque los consejeros pedían tiempo para analizar los datos y opinar sobre la distribución del gasto. La reunión fue clave para que Tania Espinosa, Adalberto Méndez, Bernardo Romero, Jorge Saavedra, Ángel Trinidad Zaldívar y Georgina Diédhiou decidieran renunciar al Consejo Consultivo, el 23 de octubre pasado.
Las diferencias y enfrentamientos verbales entre los ahora exconsejeros y la presidenta de la CNDH habían encendido alertas desde hace un año. Se enfrentaron por desacuerdos sobre la militarización del país, una recomendación sobre la transformación del INE y la propuesta para transformar a la Comisión Nacional en Defensoría del Pueblo.
“En los últimos dos años intentamos colaborar con ella. Empezamos medio bien, luego se puso medio mal y acabamos fatal. No había posibilidad de continuar como contrapeso porque ya, realmente, no nos estaba tomando en cuenta para nada”, consideró el exconsejero Adalberto Méndez.
En entrevistas para este semanario, Adalberto Méndez, Tania Espinosa y Bernardo Romero coincidieron en que el trato que se les daba era indigno.
La actitud de funcionarios de la Comisión, particularmente la presidenta y del secretario ejecutivo (Francisco Estrada) ha sido infame (…) Entonces platicamos ¿qué podemos hacer? Dijimos: vámonos todos y que quede en evidencia cómo funciona ese organismo, con todo el autoritarismo, la corrupción, la complicidad y el contubernio con las autoridades”, relató Bernardo Romero. El extitular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Querétaro consideró que el contubernio de la CNDH con autoridades “es parejo”, no sólo con el gobierno federal, ni con gobernantes de Morena, partido con el que simpatiza Piedra Ibarra.
Tania Espinosa sostuvo que se aplica “la ley de la presidenta y no la ley de la CNDH”, además de ser evidente que las decisiones de la ombudsperson tienen un sesgo partidista, pues carecen de una de las principales misiones de la comisión: la protección a las víctimas.
Para la CNDH, los exconsejeros no estuvieron a la altura de su encargo, pues pretendían rebasar sus funciones legales y llegaron al insulto y a la violencia de género en contra de la titular.
Ante la intención manifiesta para la reelección de Piedra Ibarra, desde ahora, exconsejeros se preparan para impedir que la exsecretaria de Derechos Humanos de Morena ocupe el cargo por otros cinco años. “La continuación de esa presidenta solamente acabaría con la institución mientras la situación de derechos humanos en el país es grave (…) Habría muchas voces que se pronunciarían en contra y sería una vergüenza que el Senado y los partidos políticos se atrevieran a reelegirla cuando ya van dos Consejos Consultivos que le renuncian”, advirtió Tania Espinosa.
El dato. El Senado tiene pendientes casi 200 nombramientos de diferentes organismos, por la falta de consensos.
Senado omiso
Desde hace dos años, el Senado ha incumplido con la ley al evitar nombrar a los consejeros consultivos de la CNDH, para que opere completo, con sus 10 integrantes de “reconocido prestigio” en la sociedad
En 2021, los senadores debían nombrar a 10 consejeros, pero sólo nombró nueve. En 2022 salieron tres, lo que sumó 4 vacantes. Así, el Consejo no sólo sesionaba incompleto, porque Gloria Hernández renunció y Mauricio Ibarra y María del Rosario Torres concluyeron su encargo.
Por un año, el Consejo sesionó con seis integrantes independientes y Piedra Ibarra al frente de él. En ese tiempo, el Senado ni siquiera emitió la convocatoria para elegir a las personas que faltaban.
Ahora, la Cámara de Senadores deberá seleccionar a todos los miembros, los 10, pero los exconsejeros Tania Espinosa, Adalberto Méndez y Bernardo Romero consideran que los tiempos político-electorales podrían impedir los nombramientos.
“Se corre el riesgo de que el próximo Consejo Consultivo de la CNDH sea a modo de la ombudsperson, siempre y cuando el Senado quiera hacer los nombramientos porque lleva en omisión desde el año pasado. Va a ser ya muy complicado que haya consensos entre legisladores”, declaró Adalberto Méndez.
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