CNDH critica su propio informe sobre el caso Ayotzinapa
La Comisión dio a conocer un nuevo documento en el que identificó omisiones e inconsistencias realizadas por ella misma en el caso de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer un informe el que identificó omisiones e inconsistencias realizadas por ella misma en el caso Ayotzinapa.
La CNDH analizó la Recomendación 15VG/2018 que emitió en 2018 sobre la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero.
El caso, calificado por la actual administración de la Comisión lo califica como una historia del “horror”, “ignominia” y “violencia estructural” que involucra a las instituciones del Estado.
Afirma que identificó “prácticas institucionales de revictimización de las personas en situación de víctimas, particular y dolorosamente por parte de los organismos protectores de derechos humanos, como la CNDH”.
Por ese motivo, los padres de las víctimas manifestaron en su “inconformidad respecto a diversos aspectos de la Recomendación 15VG/2018”, el cual dirigía el entonces titular a Luis Raúl González Pérez.
Los padres reclamaron la dilación en la elaboración de la recomendación, la falta de un enfoque claro en derechos humanos y atención a las víctimas.
Nuevo enfoque
La comisión, ahora a cargo de Rosario Piedra, indicó que el nuevo “Informe de la Recomendación 15VG/2018: La lucha imparable de todos los días” incluye un enfoque en derechos humanos; así como un estándar de investigación y un enfoque victimológico.
El informe, organizado en 18 apartados, documenta las actuaciones y omisiones que tuvieron las distintas agencias e instituciones responsables de las investigaciones ministeriales del caso.
Además, documentan las actuaciones de la CNDH, “y que son el fundamento para la elaboración de la recomendación objeto de estudio”.
El texto señala que no hubo un enfoque “diferencial” a la hora de redactar la recomendación o de brindar atención a las víctimas; que los dictámenes de la CNDH se hicieron “en gabinete” y sin acudir al lugar de los hechos y que las aplicaciones de los protocolos de Estambul tienen “deficiencias” que impidieron documentar las torturas.
El informe revela que se investigó el caso bajo una lógica de “investigación ministerial”, sin documentar las violaciones a derechos humanos; y bajo secrecía y con fragmentación de los datos recabados.
Destaca también no se indagó el papel de las Fuerzas Armadas ni se consideró investigar la cadena de mandos policiales, entre otros.
El informe propone acciones para subsanar las deficiencias u omisiones y esboza una ruta que permita cumplir con las obligaciones que tiene el Estado, incluida la CNDH. DJ
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