Ante la gravedad de la violencia que México vive, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) informó que no promoverá ninguna acción de inconstitucionalidad ante las reformas a la Guardia Nacional (GN), cuyo control estará a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En un comunicado de 13 páginas, la Comisión indicó que no considera que la integración de la GN a la Sedena sea de carácter negativo; por el contrario, refirió que ante la complejidad, diversificación y gravedad del crimen organizado en México, la iniciativa era necesaria.
"(...) Se requieren acciones contundentes, porque se trata de un problema de seguridad nacional y seguridad pública”, argumentó.
Por tal motivo, y como justificación principal, la CNDH consideró que la intervención de la Sedena “puede ser y es admisible”, siempre y cuando su intervención se limite en el tiempo y se encuentre sujeta a casos de excepcionalidad.
La CNDH tiene claro que en México no hay un mando militar arbitrario, mucho menos continuidad de políticas de militarización como las prevalecientes en los sexenios anteriores.
CNDH.
Además, se aseguró que no hay un solo artículo donde se pierda el estado civil de la Guardia Nacional y que, en medio del “debate partidista desatado”, nadie se había percatado de que “el mandato de manejar a la GN ya lo tenía la Sedena” desde hace tiempo.
“…la Guardia Nacional continuará su consolidación como una institución civil adscrita a la SSPC cuya función primaria es contribuir a la seguridad pública y desarrollará sus actividades con capacitación y adiestramiento policiales, de naturaleza no bélica”.
CNDH
Compromiso para observar y monitorear
La Comisión aseguró que hoy en día las violaciones a los derechos humanos no quedan impunes, siendo que, desde la misma, se avance a la construcción de un orden social democrático.
Así, este organismo se comprometió a observar y monitorear las tareas que la Guardia Nacional ejecute siendo parte de la Sedena, confiando en que las Fuerzas Armadas serán usadas como una herramienta de pacificación y de reconciliación nacional, afirmando que la población mexicana confía, en su mayoría, en las acciones del Ejército.
Las reformas a la Guardia Nacional fueron aprobadas el pasado 9 de septiembre en el Pleno de la Cámara de Senadores, situación que ha causado múltiples críticas por parte de la población, instituciones y organizaciones de la sociedad civil.
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