El destape de las “corcholatas” a tan temprana hora generó confianzas en algunos, pero puso nerviosos a otros.
En el “cuarto de guerra” de Claudia Sheinbaum, los reclamos al personal de comunicación y participación ciudadana son cada vez más fuertes, y les exigen utilizar todo el aparato del gobierno capitalino para realizar visitas domiciliarias que generen adeptos. Así nació el programa “Padrinos por Colonia”.
La tarea es hacer todo lo que sea posible para ganar la confianza de la ciudadanía, desde pavimentación, bacheo y seguridad, hasta llevar un pastel a las personas que cumplen años.
Lo curioso del caso, dicen los bien enterados, es que para este proyecto no contarán con recursos, sólo el aparato operativo de gobierno que trabajará los fines de semana. Y cuando alguien pregunta: “¿Con qué ojos?”, la respuesta es simple: “Saquen de donde sea, ¿o acaso no pueden?”