Con Jersón bajo su control, Rusia podría anexar más territorio ucraniano, ya que según un funcionario simpatizante de Moscú en esa ciudad, las autoridades rusas impuestas en Jersón apelarán directamente a Vladímir Putin para ser incorporados.
Esta afirmación se dio a la vez que Estados Unidos acusó al ejército ruso de haber movilizado “por la fuerza” a “varios miles” de ucranianos a la exrepública soviética. Acorde a las cifras proporcionadas por Kiev, son 1.2 millones de ucranianos (incluyendo mas de 200 mil niños) que se han visto obligados a convertirse en ciudadanos rusos, toda vez que el país invadido también denunció que la existencia de “campos de filtración” en territorios controlados por Rusia, que son usados para facilitar el traslado de los “deportados”.
Además del traslado forzoso, también se señaló la aplicación de intensos interrogatorios que en algunos casos llegan a tortura, con el objetivo de identificar a toda persona con la “más mínima lealtad a Ucrania”.
Michael Carpenter, embajador estadounidense ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), también denunció que “aquellos que son considerados pro-Ucrania son transferidos a la llamada ‘república popular de Donetsk’, controlada por separatistas prorrusos en el este de Ucrania, donde enfrentan un siniestro destino”, y aseguró que tales acciones son consideradas crímenes de guerra.
A medida que la guerra avanza, muchos de los refugiados que huyeron a países vecinos han vuelto a sus hogares. Autoridades de Ucrania dieron a conocer que desde el 9 de mayo, 34 mil personas han regresado al territorio, frente a las 29 mil que salieron del país el martes. Sin embargo, el balance global sigue siendo ampliamente negativo, con 6 millones de salidas contra 1.56 millones de retornos, según la guardia fronteriza.
