Cinco rusos reclutados para combatir en Ucrania, en el contexto de la movilización decretada en septiembre, murieron después de entrar al ejército, indicaron el jueves las autoridades, después de anuncios similares que se multiplicaron estos últimos días.
Los responsables rusos no especifican la causa de sus muertes, ni el lugar.
El servicio de prensa de la región de Cheliábinsk, citado por la agencia pública TASS, confirmó la muerte de cinco personas de ese territorio situado en Siberia occidental.
“Aportaremos toda la ayuda necesaria a la familia y allegados de nuestros soldados caídos”, indicó el servicio de prensa, prometiendo pagar un millón de rublos (unos 15 mil 280 dólares, o 15 mil 700 euros) por cada difunto.
El miércoles, el diputado ruso Maxime Ivanov afirmó que un recluta de la región de Cheliábinsk murió de una “sobredosis” de droga mientras se formaba para ir al combate.
El 3 de octubre, afirmó que tres reclutas murieron en una base militar en la región de Sverdlovsk, uno por un ataque cardíaco, otro por suicidio y otro por cirrosis por el alcohol.
La prensa rusa y responsables locales informaron de decesos, principalmente en los Urales y Siberia desde el anuncio de la movilización el 21 de septiembre.
El Kremlin reconoció “errores”, como casos de personas enfermas o demasiado mayores movilizadas para servir en la armada. MAAZ
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