CHICAGO, ESTADOS UNIDOS. Cinco personas murieron y varios policías resultaron heridos este viernes cuando un hombre armado de 45 años abrió fuego en una zona industrial situada a proximidad de Chicago, indicó la policía, además, el perpetrador del ataque fue abatido. Eran cerca de las 13:30 horas en Aurora, en el estado de Illinois, cuando los policías llegaron a la fábrica donde se produjo el tiroteo. Los primeros agentes que entraron en el edificio recibieron disparos, contó la jefa de la policía de Aurora, Kristen Ziman, en rueda de prensa. “Los demás policías presentes en el lugar localizaron a las víctimas de los disparos en el interior del edificio. En este momento, hemos confirmado la muerte de cinco” personas, añadió Ziman. La responsable de la policía de esa ciudad de 200 mil habitantes del norte de Estados Unidos no precisó si los agentes alcanzados por los tiros estaban o no entre los fallecidos. Un sexto policía también resultó herido en el tiroteo, cuyas circunstancias aún se desconocen. La policía confirmó haber matado al autor de los disparos, al que identificó como Gary Martin, pero no aclaró si lo había incluido o no en el balance de cinco fallecidos. “Creemos que era un empleado” de la empresa en la que abrió fuego, indicó Ziman, que no aún pudo dar ninguna explicación sobre los motivos que llevaron a Martin a matar a sus víctimas. Un testigo del tiroteo, John Probst, contó al canal ABC7 que había reconocido al tirador, que éste trabajaba en la fábrica y que llevaba una pistola con una mira láser. Aunque Probst no resultó herido, dijo haber visto “sangrar de forma bastante abundante” a uno de sus colegas.
“Acto de entrega”
La jefa de la policía agradeció a sus agentes por su “acto de entrega”. “Gracias por haber corrido hacia las balas y puesto en peligro vuestra vida para proteger a quienes estaban en el interior de la empresa”, dijo Ziman. “Hoy es un día triste para la ciudad de Aurora”, declaró en una rueda de prensa Richard Irvin, el alcalde de esa localidad situada a 65 kilómetros al oeste del centro de Chicago. “Es una vergüenza que tiroteos masivos como este se hayan convertido en algo corriente en nuestro país”, lamentó. “Pero, como sociedad, no podemos dejar que esos actos atroces se conviertan en algo habitual”, agregó. Poco antes, el presidente estadounidense, Donald Trump, había alabado el “magnífico trabajo” de las fuerzas de seguridad en Aurora. “Nuestras sinceras condolencias para todas las víctimas y sus familias. ¡Estados Unidos está con ustedes!”, tuiteó el mandatario. El tiroteo se produjo un día después del primer aniversario de la matanza de Parkland, en la que un hombre armado mató a 17 personas en un instituto de Florida durante el día de san Valentín. Aquel drama suscitó una importante movilización, impulsada por los jóvenes de ese centro educativo, a favor de una regulación más estricta sobre armas de fuego. Pero, aunque Trump extendió la prohibición de los “bump stocks”, un dispositivo que permite disparar ráfagas de municiones, en el conjunto del país, las normas sobre armas apenas cambiaron en el Congreso, donde la influencia de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) sigue siendo muy fuerte. Otra ciudad estadounidense llamada también Aurora, pero situada en Colorado, fue escenario de un tiroteo sangriento en julio de 2012. Un hombre abrió fuego entonces en el interior de un cine, causando 82 víctimas, entre ellas 12 muertos. NR