La Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús lamentó que ya hayan pasado cinco meses de impunidad en el caso del multihomicidio de dos sacerdotes jesuitas en la sierra de Chihuahua.
Destacaron que tras el incidente en el que perdieron la vida Javier Campos y Joaquín Mora, en la iglesia de Cerocahui, en Urique, la inseguridad prevalece en la Sierra Tarahumara.
A través de un comunicado, señalaron que han pasado más de 150 días de “los dolorosos hechos”, la paz no ha llegado a Cerocahui, como recientemente declaró la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.
Agrega el colectivo religioso que en la comunidad prevalece la inseguridad, el miedo de que la situación quede en el olvido y de que el perpetrador regrese a la zona.
“Reiteramos, mientras no haya justicia no se podrá hablar de paz y reconciliación”, insistieron.
Asimismo, hicieron llamado a los tres niveles de gobierno para que garanticen la seguridad en la zona serrana de Chihuahua, así como para hacer justicia para a las comunidades que habitan allí.
“Nos sumamos al manifiesto de la Diócesis de Tarahumara, quien ha convocado a construir ‘un país donde verdaderamente reine la verdad y la justicia que nos lleven a la verdadera paz y amor’”, indicaron.
Cabe recordar que fue a más de cuatro meses del asesinato de los sacerdotes, fue detenido Fernando “N”, alias El Cuervo; presuntamente sería un operador de la célula delictiva liderada por El Chueco.
José Noriel Portillo Gil, alias El Chueco, es el presunto homicida de los religiosos, pero sigue prófugo.
ES DE INTERÉS |