Un equipo de investigadores detectó una nueva proteína que participa en el proceso de entrada del coronavirus SARS-CoV-2 en las células humanas y consideran que, además de contribuir a conocer mejor al patógeno, eventualmente podría servir de blanco para elaborar tratamientos contra la Covid-19.
A diferencia de la conocida ACE2, que incluso se ha llamado la “puerta de entrada” del SARS-CoV-2, la nueva proteína, llamada vimentina, es extracelular; además, se encuentra en abundancia en las células endoteliales, que son los componentes principales del sistema circulatorio.
Si bien el coronavirus recibe su nombre por el síndrome respiratorio agudo severo que ocasiona cuando infecta, desde el principio de la pandemia fue evidente que afectaba a otros sistemas además del respiratorio, en particular al circulatorio.
“La lesión endotelial grave, la trombosis vascular (formación de coágulos) y la obstrucción de los capilares alveolares (pequeños sacos de aire dispersos por los pulmones) son características comunes de la Covid-19 grave”, comentó en un comunicado Nader Rahimi, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston y uno de los autores de la investigación.
Rahimi agrega que “la identificación de la vimentina como un factor de unión del huésped para el SARS-CoV-2 puede proporcionar una nueva visión del mecanismo de infección del sistema vascular por el SARS-CoV-2 y puede conducir al desarrollo de nuevas estrategias de tratamiento”.
El mecanismo de entrada del SARS-CoV-2 en las células humanas aún no es bien conocido y, según se descubrió en esta nueva investigación, publicada ayer en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, la nueva pieza facilita la entrada del coronavirus al unirse a su proteína espiga (S).
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