El general Salvador Cienfuegos no era el objetivo principal de la Agencia de Administración de Control Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), revela el expediente que envió Estados Unidos a México.
En le documento dado a conocer este viernes por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), se indica que fue hasta que se descubrieron presuntos mensajes entre “El H2” y “El H9”, cuando se decidió investigar al exsecretario de la Defensa Nacional.
“La DEA descubrió información que reflejaba su actividad delictiva durante el curso de unas investigaciones independientes de gran relevancia y, al final, se obtuvieron pruebas que condujeron a la acusación que se ha presentado en su contra”, dicta una carta enviada al canciller Marcelo Ebrard por TimothyJ. Shea, administrador interino de la DEA.
La DEA asegura que nunca tuco como objetivo directo a ningún funcionario de México, ni se vigilaba o investigaba las actividades de Cienfuegos.
En 2013, la DEA inició una investigación contra narcotraficantes que distribuían heroína en Las Vegas, Nevada, a quienes –se creía- los abastecía Juan Francisco Patrón Sánchez, “El H2”, líder del cártel de Los Beltrán Leyva y que fue abatido por la Marina.
Pero señalan que el objetico principal era Daniel Isaac Silva Gárate, “El H9”, a quien se le interceptaron dispositivos de comunicaciones y aplicaciones.
Sin embargo, el general Cienfuegos fue acusado como “coconspirador después de haber sido identificado personalmente en las pruebas interceptadas que se desarrollaron en contra de Silva Gárate y Patrón Sánchez”. Con información de Milenio.
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