Nómadas digitales, los trabajadores del siglo XXI

18 de Septiembre de 2024

Nómadas digitales, los trabajadores del siglo XXI

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En el siglo XXI, los empleados más jóvenes simplemente no quieren volver a la oficina, y valoran la flexibilidad de una compañía por encima de otros beneficios

Una de las pocas consecuencias positivas de la pandemia de coronavirus fue la creación de nuevos modelos de trabajo que permitieron incluir a personas con perfiles atípicos o poco usuales para los mercados tradicionales, lo que representó una revolución que no tiene marcha atrás en la forma de entender los empleos.

Cambiar las reglas de los trabajos más tradicionales para operar a la distancia, también creó un nuevo tipo de perfil laboral que puede cumplir con las responsabilidades completas de un cargo sin tener que estar atado a una sola ciudad o dejar de viajar.

Nómadas digitales

En este momento ya no se trata del virus, los empleados más jóvenes simplemente no quieren volver a la oficina, y valoran la flexibilidad de una compañía por encima de otros beneficios.

Los nómadas digitales son personas que trabajan a distancia para compañías de cualquier parte del mundo, y que utilizan esa flexibilidad para viajar libremente sin la restricción de tener que ir a una oficina. Esta manera de entender el mercado laboral ha sido considerada un estilo de vida positivo que encaja con los deseos de las nuevas generaciones, y que tienen un impacto real en el mejoramiento de la salud mental.

Viajar, trabajar y ganar dinero en el proceso se ha convertido en una filosofía de vida para millones de personas dispuestas a participar en un mercado laboral que, si bien es más flexible, también plantea nuevos retos de administración en los recursos públicos de los destinos más populares entre estos nómadas, como lo es México.

Datos del Índice Trabaja Donde Quieras, elaborado por la agencia de viajes internacionales Kayak, muestran que México es el tercer destino predilecto entre los nómadas digitales de Estados Unidos o Canadá, y ocupa el lugar 19 en las preferencias globales para este fin.

Ambas posiciones representan una oportunidad para el país, aunque muchos expertos han señalado las desventajas que este tipo de prácticas genera en zonas específicas, como sucede en la Ciudad de México, en donde las viviendas de las colonias más céntricas han sido acaparadas para convertirlas en departamentos de renta corta o negocios dirigidos a turistas, lo que ha dañado la economía local.

Otros críticos de este modelo han remarcado que los trabajos de los nómadas digitales permiten el subempleo en algunos países, y que el gasto de los recursos públicos del sitio en donde se labora realmente no corresponde con las aportaciones que estos trabajadores hacen como turistas.

Entonces, ¿es posible encontrar un punto medio entre las ventajas de este modelo y el impacto que genera en las economías más locales? La respuesta involucra una serie de políticas públicas que permitan el desarrollo de las zonas más atractivas para estos trabajadores sin dejar de lado a los habitantes regulares de estos sitios.

Un futuro muy limitado

A pesar de las grandes ventajas que implica este modelo, en realidad solo unas pocas áreas laborales pueden adaptarse a esta forma de trabajo que está diseñada especialmente para puestos relacionados con la tecnología, el comercio en línea y la atención de clientes únicamente por internet.

Datos de los tres portales más importantes para conseguir trabajo remoto señalan que el 76% de las plazas que tienen disponibles son para desarrolladores de software especialistas en comercio digital o marketing, el resto de empleadores aún no se han adaptado a la idea de contratar personas a miles de kilómetros de ellos.

Pero estas cifras no han desalentado a millones de personas que han mandado sus datos a estas plataformas para encontrar un trabajo a distancia; datos del portal MBO Partners señalan que el número de nómadas digitales en Estados Unidos creció un 49% durante los dos últimos años, lo que representa alrededor de 10 millones de puestos de este tipo.

Un informe del Foro Económico Mundial y Pew Research Center respaldan esta tendencia al señalar que el 61% de las personas que tienen una oficina prefieren trabajar desde casa, una cifra contraria al inicio de la pandemia cuando un porcentaje similar afirmó que solo laboraba desde el hogar porque no tenía otro espacio para hacerlo.

Juliana Horowitz, autora principal de esta investigación, resaltó que “la gente ve el trabajo remoto como algo que puede ayudarlos a equilibrar las cosas en términos laborales y de familia, por lo que les gustaría seguir en este modelo aún después de que termine la pandemia”.

Algunos economistas han remarcado el impacto positivo que estos trabajos pueden tener en la competencia salarial en ciertas regiones, pero esto aún no se ha podido evaluar de forma generalizada por el corto plazo de esta tendencia, así como la falta de datos precisos en algunos países que no han puesto atención a este fenómeno.

Julio Levi Mondragón, demógrafo especialista en grandes metrópolis, destacó en entrevista para Ejecentral que “la Ciudad de México tiene el potencial para lograr grandes beneficios de esta tendencia, pero que es importante enfocar estos recursos en la población local, y frenar la burbuja inmobiliaria que se ha creado en zonas como Condesa, Roma o el mismo Centro Histórico”.

Por ejemplo, esta nueva tendencia laboral ha hecho que algunos países del Caribe enfoquen campañas publicitarias dedicadas a los nómadas digitales, que en la mayoría de los casos se trata de profesionales que eligen estos destinos debido a su alto poder adquisitivo.

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