Las muertes por consumo de fentanilo en Estados Unidos equivalen, según el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), William Burns, a perder un avión de pasajeros todos los días durante un año, fenómeno que ha obligado a multiplicar los esfuerzos para combatir a los cárteles mexicanos.
Por tal motivo, el jefe de la CIA alista una investigación especial sobre los esquemas operativos que utilizan los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, identificados como los principales distribuidores de fentanilo en Estados Unidos, con el fin de desmantelar el negocio de una droga que ha sido equiparada a un arma de destrucción masiva.
De acuerdo con el proyecto de Ley de Autorización de Inteligencia para el año fiscal 2024, William Burns deberá presentar a más tardar 90 días después de la promulgación de la ley una evaluación sobre el modus operandi de ambas organizaciones.
El reporte, que será canalizado a los comités de Inteligencia del Congreso estadounidense, deberá incluir una descripción detallada sobre los líderes clave de los grupos criminales, estructura organizativa, subgrupos, presencia en los estados dentro de México y rutas de contrabando de estupefacientes.
La investigación de la CIA también busca descifrar las prácticas utilizadas por las llamadas organizaciones criminales transnacionales para importar los productos químicos utilizados para fabricar las drogas y para contrabandearlas a través de la frontera hacia Estados Unidos.
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Sobre la participación de mafias chinas en el negocio del fentanilo, la CIA buscará detectar a los principales proveedores con sede en China y a los principales intermediarios radicados en México que abastecen a la delincuencia organizada con precursores químicos y equipos que se emplean en la producción de drogas sintéticas.
Entre las instrucciones al director de la Agencia Central de Inteligencia está descifrar “la manera en que las organizaciones criminales están adaptando los productos de fentanilo para atraer a una variedad más amplia de consumidores estadounidenses, incluidos los usuarios involuntarios”.
Algunas investigaciones académicas han advertido que entre 15 % y 20 % de las personas que dan positivo a fentanilo lo consumieron de manera involuntaria, ya sea en medicamentos, golosina o en otras drogas que tenían el enervante añadido.
La misión de la CIA también incluye labores de contrainteligencia, ya que el informe deberá pormenorizar “el grado en que las organizaciones criminales transnacionales utilizan operaciones humanas y técnicas para socavar los esfuerzos antinarcóticos de los servicios de seguridad de Estados Unidos y México”.
Por último, el Congreso instruye a la CIA hacer una estimación de los ingresos anuales recibidos por ambos cárteles por la venta de productos ilícitos, información que deberá estar desagregada por tipo de droga.
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