Programas sociales, al tanteo
Los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo son poco monitoreables, las evaluaciones de los programas presupuestales de 2019 no están disponibles aún y sólo la cuarta parte de las acciones de gobierno tienen indicadores aprobados por Coneval
jcrodriguez@ejecentral.com.mx
Las evaluaciones de desempeño y el establecimiento de indicadores para monitorear los logros del gobierno no es algo que distinga a la Cuarta Transformación. Es más, es algo que ya no existe.
En su Primer Informe de Gobierno, presentado en septiembre pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador borró un apartado creado en administraciones anteriores donde se daba a conocer el progreso en las metas del Plan Nacional de Desarrollo. En ese espacio se fijaba una base de arranque, se establecía una meta para finales de sexenio y cada año se informaba sobre los avances, pero ya no más.
A pesar de que la ley obliga al gobierno a informar sobre los avances de los programas, con la nueva administración los mexicanos no sabremos hacia dónde quiere llevar el gobierno federal al país para el año 2024, lo que va en contra de los principios de Gobierno Abierto —instrumento internacional del que México es parte—, que sugieren que las autoridades deben establecer metas de desempeño y rutas verificables de cumplimento.
›En el documento Análisis de los objetivos e indicadores del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se refiere que los objetivos generales de Bienestar y Desarrollo Económico aspiran a provocar cambios sustantivos para el nivel de vida de la población mexicana.
Sin embargo, “uno de los objetivos específicos del eje Bienestar no cuenta con enfoque de resultados y siete objetivos específicos del eje Desarrollo Económico tienen un enfoque de resultados parcial ya que, si bien reflejan correctamente la problemática y la población objetivo, dan lugar a que existan ambigüedades sobre las acciones que se deben llevar a cabo para su consecución”.
❝Se sugiere incorporar una definición clara sobre el concepto de ‘Bienestar’, de tal forma que exista precisión sobre sus implicaciones y las dimensiones que lo componen, así como para facilitar su medición y seguimiento❞. Coneval Análisis de los objetivos e indicadores del PND 2019-2024.
De hecho, el término “bienestar”, una de las palabras favoritas del presidente López Obrador, que además da nombre a la secretaría encargada de combatir la pobreza y a numerosas acciones del gobierno federal (becas, tandas, servicios de salud, etc.), tiene problemas de ambigüedad, según el Coneval.
“Se sugiere incorporar una definición clara sobre el concepto de ‘Bienestar’, de tal forma que exista precisión sobre sus implicaciones y las dimensiones que lo componen, así como para facilitar su medición y seguimiento a través de indicadores vinculados con los factores relevantes del concepto”, concluyó.
Sin indicadores contra la pobreza
En materia de combate a la marginalidad, el gobierno federal se planteó en el PND la meta de que 20 millones de personas salgan de la situación de pobreza y cinco millones de pobreza la extrema para 2024. Sin embargo, en el documento no se establece el cálculo para definir la meta y no presentan líneas base para saber la situación de la que se parte.
En otros sexenios, las evaluaciones a los programas presupuestarios comenzaban a publicarse durante el último trimestre del año, y terminaban de difundirse durante el primer trimestre del año siguiente.
Para 2019, primer año de gobierno de López Obrador, el Sistema de Evaluación de Desempeño, alojado en la plataforma de Transparencia Presupuestaria, dependiente de la Secretaría de Hacienda, sólo ha publicado dos evaluaciones: una al programa de Salarios Mínimos de la Secretaría del Trabajo y otra al programa Estudios de Preinversión de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
De acuerdo con los Lineamientos Generales para la Evaluación de los Programas Federales de la Administración Pública Federal, todos los programas presupuestarios están obligados a tener una Matriz de Indicadores para Resultados (MIR). Hasta la fecha, de los 114 programas sociales que maneja la actual administración, sólo 30 tienen indicadores aprobados; el resto se manejan con criterios y metas arbitrarios.
Las dependencias más rezagadas en este proceso de certificación de indicadores para medir los resultados son la Secretaría de Salud (sólo uno de 14), Semarnat (tres de 11), Educación Pública (siete de 35), Desarrollo Agrario (siete de 22) y Bienestar (seis de 13).
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