Chilpancingo, Gro.- Después del ataque lanzado la noche del miércoles contra la base de la Policía Comunitaria de Buenavista de la Salud, en el que murieron al menos tres policías ciudadanos, la dirigencia de la Unión de Pueblos y Organizaciones del estado de Guerrero acordó con sus fuerzas replegarse para hacer frente al grupo delincuencial Los Ardillos, a quienes se imputa la agresión armada.
La tarde de ayer, un grupo de aproximadamente 40 hombres armados con fusiles y rifles Barret calibre 50 atacó la base de los comunitarios, con quienes sostuvo un enfrentamiento de una hora, tiempo en el que nunca se hizo presente ninguna corporación estatal ni federal a pesar de que el lugar se encuentra a escasos 20 minutos de la capital Chilpancingo.
En la refriega cayó abatido el profesor Mario Zamora Maldonado, comandante de la Policía Ciudadana de la UPOEG en el Valle del Ocotito, considerado uno de los cuadros más destacados de la disidencia magisterial de Guerrero. Los atacantes dirigieron el fuego en especial contra el comandante Zamora, quien mantenía su identidad bajo reserva y sólo se le conocía como Jerónimo.
Entrevistado esta mañana, el dirigente fundador de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio, reprochó que ni la gobernadora Evelyn Salgado Pineda ni su secretario de Gobierno, Saúl López Sollano, quisieron actuar para prevenir esta escalada de violencia.
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El sábado pasado, policías y militares se presentaron ante la base de la comunitaria en Buenavista pero sólo para desarmar a los policías ciudadanos, con lo cual los dejaron indefensos ante el ataque, como si lo hubieran hecho a propósito, dijo Plácido Valerio.
El dirigente aseguró que a la mandataria le enviaron videos de los 14 vehículos en que se desplazaba por la carretera el grupo criminal de Los Ardillos, portando siempre armamento de alto poder, pero que ni la mandataria ni sus principales funcionarios hicieron algo para detenerlos.
“Ahora no nos queda más que replegarnos para hacerles frente, porque de otro modo nos van a matar”, advirtió el líder indígena.
El dirigente caído Zamora Maldonado fungió como secretario de Organización de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educacion (CETEG) durante las jornadas de protesta contra la reforma educativa de Enrique Peña Nieto, en 2013, fecha en que cerca de cien mil maestros y activistas de diferentes organizaciones marcharon por las calles de Chilpancingo y tomaron la Plaza Central. Egresado de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, coordinó grandes contingentes de maestros movilizados en rechazo de la citada reforma peñista.
En esta lucha por la defensa del territorio se integró a la UPOEG y llegó a convertirse en uno de los principales dirigentes del Valle del Ocotito, al mando de más de 300 policías comunitarios.
En las contadas entrevistas que concedió, sostenía que la lucha por el territorio era un complemento necesario de la lucha magisterial y popular, al margen de fundamentalismos ideológicos de la lucha social de la izquierda. Con su muerte, esa organización de comunitarios pierde uno de sus más destacados exponentes.
La base de comunitarios atacada es la que más choques armados ha sostenido contra el grupo delincuencial de Los Ardillos, que se mueven con total libertad por la región centro del estado de Guerrero.
Fuentes de la comunitaria explicaron que como a las 18:30 unos 40 sujetos armados a bordo de vehículos -entre ellos dos unidades con blindaje artesanal- arribaron sobre la carretera federal México-Acapulco y comenzaron a disparar contra la base de comunitarios, que buscaron la manera de resguardarse.
Las fuentes aseguraron a que los agresores hicieron uso de Fusiles Barrett de 50 milímetros que son capaces de perforar cualquier blindaje. Los comunitarios respondieron con las escasas armas con que contaban y los mantuvieron a raya durante más de 50 minutos.
Un grupo de agresores disparó contra tres unidades de transporte, a las que atravesó sobre la carretera para evitar que al lugar arribaran las fuerzas del estado procedentes de Chilpancingo.
Durante el ataque cuatro policías ciudadanos murieron -entre ellos Zamora Maldonado- y tres resultaron heridos, así como uno de los atacantes, según el recuento de los comunitarios.
Más tarde, según la versión oficial difundida por la Mesa para la Construcción de la Paz, un convoy de vehículos oficiales de la Base de Operaciones Mixtas se dirigieron al lugar de los hechos para intervenir en el conflicto, pero en el camino se toparon con un grupo de vehículos con hombres armados que al verlos comenzaron a dispararles. Los policías contestaron la agresión y como resultado dos civiles armados quedaron muertos sobre la carretera.
Las fuerzas estatales y federales –Policías Ministerial y Estatal, Guardia Nacional, Militares y Marinos- arribaron al lugar más de hora y media después de que había finalizado el choque armado. Las ambulancias llegaron hasta dos horas y media después para atender a los comunigtarios heridos. La carretera estuvo cerrada circulación hasta después de las 12 de la noche.
La base de comunitarios de Buenavista, con sus compañeros de Ocotito, son las que más agresiones ha recibido por parte de criminales.
En cuatro años han resentido al menos ocho ataques armados del grupo criminal Los Ardillos.
En 2020 fueron emboscados al menos en cuatro ocasiones, con saldo de al menos un muerto y varios heridos. El 4 de marzo de 2018 igualmente fueron atacados con granadas y armas de alto poder, con resultadoi de varios heridos.
Otras agresiones se dieron los días 29 de enero, 8 y 21 de febrero de 2018. En esa última fecha durante el ataque murió un comandante de la UPOEG, así como dos militantes y un par de peones que los acompañaban.
El acoso armado de los delincuentes ha sido constante contra esta base comunitaria, que se encuentra en un lugar estratégico para evitar el trasiego de drogas y personas por este corredor carretero.
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