A pesar de lo que aseguró esta mañana Claudia Sheinbaum sobre permanecer en naranja, la Ciudad de México regresó al color rojo dentro del semáforo epidemiológico, lo que representa un nuevo desencuentro entre las medidas y percepciones que ambas autoridades han tenido sobre la pandemia.
Sheinbaum afirmó que desconocía la evaluación final de Salud, pero que “según las consideraciones de sus propios indicadores” la capital debería permanecer en naranja; sin embargo, el reporte de tendencias que se publica cada martes ya adelantaba que la capital está en fase de riesgo máximo.
La Ciudad de México ya acumulaba puntos suficientes para avanzar al máximo nivel de riesgo epidemiológico desde la semana pasada. Hoy, la Secretaría de Salud federal (SSa) confirmó que la capital debe volver por tercera vez a rojo ante el incremento acelerado de contagios y hospitalizaciones por Covid-19.
A diferencia de otras ocasiones, Eduardo Clark evitó anunciar el color que tendría el semáforo capitalino durante las próximas semanas, y sólo confirmó el naranja minutos después ante las preguntas de los medios; sin embargo, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, matizó esta declaración al mencionar que “aún no nos llega la información (sobre el semáforo federal) pero nosotros consideramos que estamos en naranja”.
Sheinbaum Pardo insistió que la Ciudad de México seguiría en color naranja, e incluso afirmó que de pasar a rojo no habría restricciones porque “estamos en una condición distinta a la que teníamos en enero, ya que tenemos vacunas”, además mencionó que la pandemia ya había causado pérdidas económicas imposibles de sostener por tercera vez.
Aunque la jefa de gobierno mencionó que más del 80% de los mayores de 18 años han recibido la primera dosis de alguna vacuna anti-Covid, en realidad sólo el 43% de los capitalinos en estos grupos de edad cuentan con un esquema completo, que es la única manera de prevenir la enfermedad grave en algún porcentaje.
Con respecto al regreso a clases, Sheinbaum Pardo afirmó que su gobierno apoya la reapertura, por lo que las aulas se abrirán incluso en semáforo rojo. Expertos en salud pública han señalado que esta medida no puede realizarse sin condiciones especiales, como pruebas rutinarias en los centros de educación o monitoreo del aire, y con los menores de edad fuera del Plan Nacional de Vacunación.
El reporte de tendencias del Centro de Investigación en Matemáticas (CIMAT), documento base para la elaboración de los semáforos, contradice a los indicadores que las autoridades locales presentaron esta mañana para dar a conocer la situación epidemiológica de la capital, especialmente aquellos relacionados con hospitalizaciones tanto críticas como generales.
Y es que mientras Clark García, afirmó que los datos mostraban una reducción en las hospitalizaciones dentro de la capital, el reporte de CIMAT estimó que la ocupación de camas en la Ciudad de México registraba una tendencia ascendente, mientras que las defunciones se colocaban en un crecimiento acelerado.