¿Qué es pequeño, torpe, amarillo y promueve el Estado de derecho? La respuesta es “un minion”. Al menos así se advierte en la versión editada para China de la última película de animación que es protagonizada por el supervillano Gru, además de su ejército de diminutos ayudantes.
Minions 2: Nace un villano se estrenó en los cines chinos el 19 de agosto pasado. Es la quinta entrega de la serie Mi villano favorito.
La precuela cuenta la historia de la juventud de Gru, el supervillano de la franquicia. Pero a diferencia de las otras versiones internacionales, en China ofrece un final distinto.
Las secuencias de la película de animación no se modificaron, pero al final se agregaron varias imágenes fijas y comentarios.
En la cinta original, el mentor de Gru, Will Karnage, es el autor de un intento de robo y escapa de la justicia tras fingir su muerte.
Pero en la versión difundida en China, el personaje es capturado por la policía y condenado a 20 años de cárcel, donde se vuelve más serio y decide perseguir “su pasión por la actuación” creando “una compañía de teatro”, señala el texto final.
En cuanto a Gru, se convierte en un padre ejemplar y vuelve “al camino recto”, dice el final alternativo, ignorando la realidad de las anteriores películas de la franquicia.
Para ser emitidas en China, las obras audiovisuales chinas y extranjeras deben pasar por un comité de censura.
Por eso, no es la primera vez que una película extranjera es modificada para conformarse a lo que las autoridades presentan como valores más “sanos”.
A inicios de año, la película El club de la pelea, de David Fincher (1999), con Brad Pitt y Edward Norton, fue también modificada para su difusión en la plataforma china Tencent Video.
El regreso de la serie estadounidense Friends a China en una plataforma de streaming hacia febrero de este año también provocó la incomprensión de los espectadores, que notaron que se había eliminado diálogos que hacían referencia a la homosexualidad de un personaje.
No quedó claro de inmediato si el final de Minions 2 en China se cambió a petición de los censores o de la producción.