Redacción ejecentral
Autoridades chinas vetaron que los ciudadanos que profesan la religión musulmana otorguen a sus hijos nombres del Islam o que sean “demasiado religiosos”.
Si los ciudadanos desobedecen la orden corren el riesgo de que el gobierno niegue registro oficial al infante, potencialmente obstaculizando su derecho a la educación, seguro médico y protección social.
El veto es el último esfuerzo por derrotar a la comunidad musulmana en China, a quienes recientemente les fue ordenado no dejarse crecer la barba o portar velos.
Un oficial de policía explicó a Radio Free Asia que “no tienes permitido dar nombres con fuerte tinte religiosos, como Jihad o nombres como esos. Lo más importante aquí es la connotación del nombre, no debe tener connotaciones de guerra santa o separatismo”.
Quran, Imam, Haj y Medina son otros de los nombres prohibidos.
El gobierno chino cree que los intentos de crear una región independiente de los extremistas musulmanes son la causa por los recientes ataques en la región de Sinkiang.
Un estudio efectuado en 2010 indica que hay 23 millones de musulmanes en el país de la Gran Muralla. Representan tan solo el 1.7 por ciento de la población. (Con información de Heatstreet). AS