China “condenó con vehemencia” el atentado con bomba perpetrado el miércoles en el suroeste de Pakistán en un hotel en el que se alojaba el embajador chino en el suroeste del país, y en el que murieron al menos cuatro personas.
El portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, calificó de “ataque terrorista” esta explosión en la ciudad de Quetta, en la región de Baluchistán, provincia en la que el ejército paquistaní se enfrenta a rebeldes desde hace una década.
En esta región, Pekín también tiene importantes intereses comerciales.
En la explosión, que se produjo en la zona de estacionamiento del hotel, resultaron heridas más de una decena de personas, según fuentes oficiales paquistaníes.
El embajador chino no se encontraba en el hotel en el momento del ataque, que no ha sido reivindicado.