Aunado a su presencia en Taiwán, el discurso de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, en el territorio, agravó las tensiones entre su país y China. Si bien el gobierno que representa no considera a Taiwán un país per se, Pelosi dijo admirar a este territorio por tener “el coraje de cambiar su propio país para que sea más democrático”. Dichas declaraciones, emitidas en un contexto de tensión entre Estados Unidos y China, ensombrecen aún más las relaciones entre ambas naciones, y están siendo analizadas por funcionarios en Beijing.
Las consecuencias por parte de China ya se han dejado ver. Además de la incursión de aviones militares en el espacio aéreo de Taiwán este martes y miércoles, el gobierno de Xi Jinping anunció una serie de maniobras militares con disparos de municiones reales de largo alcance en el estrecho de Taiwán, que separa la isla de China continental.
Estas maniobras son “una medida necesaria y legítima para responder a las graves provocaciones de algunos políticos estadounidenses e independentistas taiwaneses”, según la diplomacia china. En ciertos puntos, la zona de operaciones chinas se acercará a menos de 20 kilómetros de la costa de Taiwán, según las coordenadas compartidas por el ejército chino.
Otras sanciones incluyen la suspensión de la exportación de arena natural hacia Taiwán. Se trata de un componente clave en la fabricación de semiconductores, que a su vez son una de las principales exportaciones de la isla, y la administración china de aduanas canceló la importación de frutas y ciertos pescados desde Taiwán, otro de sus pilares económicos.
“Estados Unidos viola la soberanía de China bajo el disfraz de la llamada ‘democracia’. Quienes ofenden a China serán castigados”, advirtió este miércoles Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores de China.
Con sus 77 años de independencia de China, Taiwán no se dejó amedrentar. “Frente a las crecientes y deliberadas amenazas militares, Taiwán no retrocederá. Mantendremos la línea de defensa de la democracia”, declaró Tsai Ing-wen, presidenta del territorio.
Asimismo, su gobierno denunció que las maniobras militares que ha hecho China en su espacio violan las aguas territoriales de la isla.
Y aunque la funcionaria ya se encuentra en Corea del Sur, el hecho de haber pisado suelo taiwanés podría aumentar las sospechas de las autoridades chinas sobre las posibles intenciones de Estados Unidos de que se endurezca la política actual sobre Taiwán.
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