Por Redacción ejecentral
La fiesta demoró más de un siglo y este viernes aficionados y no tan aficionados salieron a las calles de Chicago para celebrar el triunfo del equipo de beisbol Los Cachorros.
Con un desfile desde Wrigley Field y un rally en el parque Grant, frente al lago Michigan, Los Cachorros celebraron el primer triunfo de Serie Mundial en 108 años.
Ross y otros jugadores entonaron entonaron “Go Cubs Go”, para el deleite del público, mientras que el primera base Rizzo gritaba "¡Se nos dio! ¡Se nos dio!”.
En tanto el manager Maddon , ataviado con un gorro tejido, lentes oscuros y una camiseta con la frase “We didn’t suck” (No la embarramos)-- se deleitó con la escena del mar de azul.
"¡Bienvenidos a Cubstock 2016!”, proclamó Maddon. “Este es un momento increíble para nosotros. Jamás experimenté algo como Wrigley Field noche tras noche... también quiero felicitar a los fanáticos. Gracias por ser tan pacientes”.
Este tipo de festejo no tiene precedentes para los fanáticos de los Cachorros, que no habían ganado un título de la Serie Mundial en 108 años hasta que conquistaron la corona el miércoles por la noche con un triunfo en el séptimo partido ante los Indios de Cleveland. La última vez que los Cachorros habían disputado el Clásico de Otoño fue en 1945.
Antes de llegar al parque Grant, muchedumbres de fanáticos de todas las edades, la mayoría vestidos con los colores azul y blanco del equipo, aclamaron al equipo en una caravana que llevó a los jugadores por Lake Shore Drive. El ambiente era festivo, ayudado por un clima cálido y soleado.
“Soy un fanático de los Cachorros de toda la vida”, dijo, mientras apuntaba al cielo y al público. “Uno vive para esto. No hay nada mejor”.
Steve Angelo cargaba sobre los hombros a su hijo Nicholas, de cuatro años. Ambos usaban camisetas idénticas de Rizzo.
“Mientras más ganen, siendo tan jóvenes, más emoción generarán”, dijo.
A bordo de los buses de dos pisos, algunos jugadores posaban para los fotógrafos, mientras otros levantaban a sus hijos y disfrutaban con sus familias. El jardinero central Dexte Fowler tenía un habano mientras llegaba al rally, que algunos fanáticos catalogaron como “la fiesta del siglo”. Arropados con banderas con la letra “W” (por “Win”, o Triunfo), los fanáticos abarrotaron desde las 7 a.m. los trenes y provocaron retrasos en el servicio a pesar de que se aumentó su frecuencia y capacidad.