Chiapas bajo el azote de la violencia, alerta Diócesis de San Cristóbal

Bajo el llamado de “Un grito de paz silenciado por las armas”, la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas alertó que los pueblos de Chiapas están “sitiados, secuestrados, intimidados y amenazados” por la disputa territorial de los grupos criminales en la entidad.

“En el estado de Chiapas estamos viviendo en medio de grupos criminales que se disputan el territorio poniendo a la sociedad civil como barrera humana, sin que se haga valer el derecho del pueblo a la seguridad, el libre tránsito, la paz, y otros, de manera permanente”, subrayó la Diócesis dirigida por el obispo Rodrigo Aguilar Martínez.

En una carta dirigida a las autoridades de los tres niveles de gobierno, a organismos defensores de derechos humanos nacionales e internacionales, a los medios de comunicación y la sociedad en general, la institución religiosa señala que desde hace más de dos años la región fronteriza-sierra está bajo el azote de la violencia criminal, a través de diversos delitos que van desde las amenazas, el ‘cobro de piso, desapariciones, secuestros, asesinatos, despojos, retenes, y “un sinfín de violaciones a los derechos humanos y colectivos”.

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El pronunciamiento destaca la “enormemente” preocupación de la situación en los poblados de: Frontera Comalapa, Chicomuselo, Siltepec, Motozintla, Bella Vista, Maravilla Tenejapa, La Grandeza, “y otros silenciados por las armas”. A lo cual hicieron un llamado urgente para evitar que la violencia siga desplazando cientos de familias de sus hogares y comunidades.

“Nos duele la incertidumbre, la inseguridad y el dolor con que muchas familias viven esta situación sin ser escuchadas, sin tener a quién o dónde se atiendan sus demandas, pues en otras ocasiones al denunciar han quedado vulneradas, por estar algunas personas pertenecientes a las instituciones de seguridad y justicia del estado coludidas con los grupos criminales”, denunció la Diócesis.

En el marco de una Navidad marcada por “el dolor y la tristeza por tanta violencia”, la institución católica llamó a las autoridades a poner su mirada en la situación que viven los pueblos de la frontera sur y otras regiones de Chiapas, y exigieron: la atención urgente a las demandas de paz; respecto y acceso a los derechos humanos y colectivos como educación, alimentación y tránsito libre.

Así como el restablecimiento del orden social sin poner en peligro a las comunidades; el desarme inmediato de los grupos criminales; la recuperación del territorio; la expedición de una declaratoria oficial contra la explotación minera y demás bienes naturales; así como respeto y seguridad para los defensores de derechos humanos que buscan construir la paz con justicia y dignidad.

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