Chalecos, camisetas, blusas, chamarras y hasta mochilas pueden servir como escudos salva vidas. La industria del blindaje corporal ha ampliado sus opciones para protección de todas las personas y no sólo para los elementos de las fuerzas de seguridad.
“No es únicamente un producto para un gobernador, un presidente, o un CEO de una compañía. Ya son más accesibles para toda la población que quiera estar protegida y estar tranquila en su día a día. Un tiroteo nos puede suceder a todos en el transporte, en la calle y se necesita una protección que te salve la vida”, sostuvo Jhon Valbuena, presidente de la Comisión de Blindaje Corporal del Consejo Nacional de la Industria de la Balística (CNB).
En entrevista para ejecentral, el también CEO de Armor Life Lab, empresa líder en la fabricación y comercialización de productos de blindaje corporal, señaló que, si bien la inseguridad y los picos de violencia pueden ser un factor para que cuerpos de policía y fuerzas armadas amplíen sus medidas de protección, la tecnología y los nuevos materiales ofrecen opciones de protección para todos.
“Hemos conseguido que los chalecos balísticos que en años anteriores han pesado de cuatro a siete kilos, e incluso al comienzo del blindaje corporal llegaban a pesar hasta 36 kilos; ahora un chaleco tipo policial está pesando entre tres y 3.2 kilogramos, o un chaleco nivel III-A para armas cortas alrededor de 2.6 kilos aproximadamente”, señaló el experto en seguridad.
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