De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no sabe cobrar los servicios que proporciona, ya que debido a ello se hizo un boquete financiero por 478 millones 637 mil 966.31 pesos en lo correspondiente al ejercicio 2022, pero además arrastra cuentas por cobrar por más de 90 mil millones.
“Por la omisión de acciones en la aplicación de los precios de cobertura en la venta de energía que le generaron ingresos menores por 478 millones 638 miles de pesos, aun cuando contó con diversos elementos emitidos en el Sistema de Información de Mercado, que inciden en el precio de la energía eléctrica y de la potencia, por lo que no obtuvo una rentabilidad ni productividad como lo establece la normativa”, señala una observación de la fiscalización.
Según el órgano supervisor, la “CFE Generación I” no sustentó los criterios para utilizar la metodología que pudiera determinar el precio de venta de la energía con clientes externos, lo que causó el daño monetario mencionado. Entre los puntos que destaca la ASF está que la CFE establece contratos que no son revisados por el área jurídica ni propuestos al Consejo de Administración para su autorización, lo que da a entender que son prácticas anarquistas.
Otro de los puntos, es que existe una cuenta por cobrar multimillonaria que corresponde a los ejercicios de 2017 a 2022, que no ha intentado recaudar ni depurar. La oficina auditora señala que existe un saldo de 90 mil 113.5 millones de pesos por concepto de venta de energía y por operaciones distintas a su principal negocio.
Asimismo, el documento de resultados fiscalizados descubrió un saldo pendiente de 39 millones 958.7 mil pesos en 55 préstamos a trabajadores y que la CFE no ha ejercido ninguna acción vía legal para su recuperación o en su caso que exista una depuración.
39 millones 958 pesos fueron reportados como saldo pendiente en 55 préstamos a trabajadores.
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