Para los que no encuentran a César Duarte, sólo hay que preguntarle al Departamento de Inmigración de Estados Unidos su dirección, teléfono y su estatus migratorio, pues desde principios de abril de 2017 el exgobernador de Chihuahua se fue a refugiar allá, y como ninguna autoridad mexicana lo ha buscado ya hasta le dieron visa de trabajo, por lo que puede moverse por todo el territorio estadounidense. Por cierto, dicen los que saben que está muy cooperador con las autoridades norteamericanas, quienes no se han enterado al parecer de la ficha roja que emitió Interpol en julio de este año.