VERACRUZ, Ver.- La Universidad Veracruzana hizo cambios en tres direcciones importantes en su operación. Sin embargo, la que toma mayor relevancia es la dirección general de Difusión Cultural donde se encontraba Rodolfo Mendoza Rosendo, acusado por la familia del escritor Sergio Pitol como uno de los abusadores del maestro.
Este lunes la Universidad convocó a sus directivos y realizó la ceremonia de nombramientos a Lourdes Budar, María José García Oramas y Arturo Meseguer; en una ceremonia donde no fue convocado ningún medio de comunicación.
El primer nombramiento fue para Lourdes Budar Jiménez como directora de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI). Después a María José García Oramas “como coordinadora del Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios, CENDHIU”.
El último nombramiento fue el Arturo Meseguer Lima como Director General de Difusión Cultural, espacio que había ocupado Rodolfo Mendoza desde octubre de 2017. Hasta la semana pasada, Meseguer era director del Festival de Teatro Universitario.
Información verificada por ejecentral señala que Mendoza Rosendo incumplió con sus obligaciones como organizador principal de la Feria Internacional del Libro Universitario de la UV. El también exfuncionario de la administración de Javier Duarte dejó de participar en las actividades desde el 4 de mayo y, sin explicación alguna, dejó el proyecto. Este encuentro se dio desde el 27 de abril al 6 de mayo.
Para la clausura de la feria Mendoza Rosendo ya no se presentó y el equipo restante tuvo que sacar las actividades sin mando aparente. Este relevo se dio diez días después de la clausura de la Feria.
Es muy grato tener la confianza y tomar con más empeño este trabajo dirigido directamente a los estudiantes; sé que nuestros grupos artísticos le han dado renombre a nuestra Universidad, sin embargo el trabajo creativo de los estudiantes es maravilloso”, dijo Meseguer, nuevo director cultural, según un comunicado de la Universidad.
A Rodolfo Mendoza también se le recuerda por el problema con la familia del escritor Sergio Pitol, que lo acusan de haber abusado de las pertenencias y la integridad del Premio Cervantes durante su época de convalecencia por una Afasia Progresiva No Fluente que lo inhabilitó sus últimos años.