Foto: Cuartoscuro | ArchivoJonathan Nácar
En una operación cerrada que dirigen las Fuerzas Especiales del Ejército, desde hace tres semanas, a partir de información de inteligencia se inició un despliegue para cercar a las células encargadas de la inteligencia y contrainteligencia, además de los grupos armados.
De acuerdo con fuentes de inteligencia, la prioridad de las Unidades de Fuerzas Especiales es el intervenir y desarticular las operaciones de las células criminales que mantienen un descontrol en toda la región que abarca el corredor del Pacífico.
Aunque el primer despliegue de fuerzas federales se derivó del secuestro de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del cártel del Pacífico, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, a manos de integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación, para reforzar la seguridad, los trabajos de inteligencia y evitar el recrudecimiento de la violencia en Jalisco, Colima, Nayarit y Sinaloa.
Fue la emboscada contra elementos del Ejército en Culiacán, Sinaloa, que dejó un saldo de cinco militares muertos y una decena de heridos, el detonante de esta operación, que por primera vez incluyó a unos 300 integrantes de Fuerzas Especiales a la cabeza, para cercar la operación de las células del CJNG, el cártel del Pacífico, los Beltrán Leyva, y operadores de Fausto Isidro Meza Flores, alias “Chapito” o “El Chapo” Isidro”.
Hace unos días fue detenido Armando Rusell Ramírez o Amado Avalos, “El Bob Esponja”, quien según las autoridades es uno de los encargados del circulo de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán y quien además es señalado como uno de los artífices del ataque a los militares en Sinaloa.
