¿Tiene razón Gael?

22 de Diciembre de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

¿Tiene razón Gael?

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¿Es el “cambio verdadero” el desmantelamiento de toda la estructura del poder? Todos los que votamos por Andrés Manuel López Obrador somos responsables de nuestra decisión y no necesariamente por el conjunto de decisiones, relevantes o secundarias, derivadas de la primera. Se haya votado o no por él, de otro lado, no desautoriza la crítica así sea muy anticipada a la toma de posesión del próximo diciembre. A propósito del nombramiento de Manuel Bartlett al frente de la CFE, el cual forma parte de la más interesante controversia del día, habría que reconocer la relativa validez de los argumentos de quienes lo defienden, empezando por el virtual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y de quienes abiertamente lo sitúan como parte del viejo régimen que impidió el avance de las fuerzas progresistas hace 30 años cuando como secretario de gobernación pudo haber contribuido a la formalización de la derrota de Cuauhtémoc Cárdenas, entonces candidato del Frente Democrático Nacional. Bartlett, es cierto, contribuyó a impedir la victoria real y formal de Cárdenas en 1988. Era parte del equipo político del PRI. La “caída del sistema” de un mecanismo de notificación del avance del conteo no necesariamente indica que Cárdenas ganó la elección ni que Bartlett fue el único protagonista del éxito formal, no registrado en la legitimidad de inmediato, de Salinas de Gortari. Pero sí significa que era parte de ese sistema. Como también significa que dejó de serlo al separarse del PRI. Los defensores de Bartlett sostienen que se ha registrado en contra suya una operación manipulatoria basada en principios conocidos de “dirección” de la opinión pública como la exaltación de aspectos negativos y la minimización de los positivos. Entre estos últimos mencionan su reciente contribución a la defensa de un principio nacionalista de generación y gestión de la energía. Precisamente este último aspecto habría sido determinante en que AMLO lo considerara para dirigir la CFE en la “cuarta transformación” promovida por el político tabasqueño. Del otro lado, los detractores abundantes, mayormente de entre quienes fueron derrotados en la elección pero por supuesto no únicamente entre ellos, encuentran, con algo de razón, un mensaje más bien del pasado antes que del futuro en la decisión de AMLO de promover a Bartlett al frente de la CFE. Bartlett es un experto en política. No en energía, cierto. AMLO necesita articuladores de la eficiencia de instituciones que fueron puestas severamente a juicio de la opinión pública. El actor Gael García Bernal “repudia” el nombramiento y a “su ser político” y califica como ridículo que se culpe a quienes votaron por AMLO de la decisión a favor de Bartlett. Si las “benditas redes” tienen razón y AMLO reconoce su peso y valía, hay aquí uno de los primeros desencuentros importantes en lo que significa “cambio verdadero” o la evidencia de que la lógica del poder no podrá ser la misma, ni es esperable que así sea, que la del mundo digital. Por lo pronto, parece que Gael tiene razón. Al menos en reconocer el carácter visceral de la nominación. @guerrerochipres