Todos podemos cambiar y mejorar. Es una verdad para cualquiera.
René Bejarano es uno de aquellos que, habiendo sido extraordinariamente eficientes, hasta la crisis en su perjuicio en 2004, recupera ánimo público y aunque no puede reclamar todas las guirnaldas de victoria de las expresiones que representa y a las que se ha adherido, se apresta a construir dentro de Morena.
En contraste con todo comentario que lo declaró “políticamente muerto” luego de convertirse en “el señor de las ligas”, Bejarano representa ahora a una “asociación civil” que busca posicionarse y posicionar, por lo pronto, a Dolores Padierna a quien llamó hace un par de décadas “el orgullo de mi nepotismo”, en serio y en broma.
Padierna busca ser la coordinadora de la fracción parlamentaria de un partido recientemente adoptado como propio por Bejarano y por la diputada federal electa.
En ausencia de estructuración acabada de Morena, Bejarano acude a reivindicar la presencia presuntamente nacional en los 300 distritos federales del Movimiento Nacional por la Esperanza (MNE) al que se ha dedicado empeños en los últimos años sin haberlo acercado a Morena de manera pública y notoria sino hasta hace menos de un año.
En las bases y cuadros medios de todos los partidos saben que se ha construido la obra negra de una nueva aplanadora. La obra gris y los terminados le corresponderán a los liderazgos que lo entiendan. Bejarano ya alzó la mano a través del encuentro que realizó este fin de semana.
Bejarano cometió el error de confiar en Carlos Ahumada en 2004 creyendo que no lo grabaría mientras recibía una millonada en dinero líquido que disciplinadamente nunca ha explicado para quién y para qué.
Ha recuperado poder, cercanías y demuestra cuidada retórica en su discurso sereno y para algunos controversial dado que no es publico y tampoco conocido el debate interno en las llamadas “misas del profesor”. A discusión queda, por otros segmentos de la izquierda, sus opiniones a favor del chavismo, Cuba y la validez universal o al menos generalizada de algunos aspectos programáticos de su propuesta, por ejemplo.
Bejarano regresa al templete. La controversia de hace 14 años sobre su actuación quedará por el momento encajonada mientras Morena decide la relevancia de las “asociaciones civiles” tras haber excluido, como lo indicó AMLO, la existencia de las “tribus”, “corrientes y expresiones dentro del partido que tomará el poder en diciembre.
Nota final
Me despido de este espacio con la gratitud total a quien me haya leído y a Raymundo Rivapalacio por estos años de completo respeto a mis contribuciones, su amistad, su respaldo y el haberme invitado a colaborar en Eje Central.
@guerrerochipres