Durante los últimos 5 años, varias compañías han anunciado la intención de llevar turistas al espacio, emocionando no solamente a la prensa sino a aficionados que están dispuestos a pagar una cantidad considerable de dinero para salir de esta tierra y ser los primeros en vivir esta experiencia.
Durante el 2013, una compañía que hoy se promociona como la primera aerolínea comercial del espacio, comenzó a tomar reservaciones para quién estuviera dispuesto a pagar 250,000 dólares por viajar al espacio. Poco más de 800 personas se inscribieron con la esperanza de volar antes del 2016, pero un accidente en el 2014 puso en pausa los planes de la empresa y no fue hasta hace unos días cuando la compañía comenzó nuevamente a realizar vuelos de prueba para tratar de llevar lo más pronto posible a turistas al espacio exterior.
A pocos días del exitoso viaje de prueba del SpaceshipTwo, aeronave que forma parte de la compañía liderada por Richard Branson, se dio otro anuncio importante relacionada con el turismo espacial. Elon Musk, fundador de la compañía de coches eléctricos más reconocida en el mundo (Tesla) anunció que para el 2018 su compañía SpaceX realizará un viaje al espacio con dos tripulantes que consiste en darle la vuelta a la luna y aterrizar de manera segura en la tierra, recorriendo entre 500 y 600 mil kilómetros y con una duración aproximada de una semana.
El nombre de los tripulantes no se ha dado a conocer y tampoco la cantidad de dinero que pagaron para llevar a cabo este viaje, pero al parecer se conocen entre ellos y este mismo año comenzarán un entrenamiento para llegar bien preparados a la fecha de salida. La aeronave en la que viajarán se llama Crew Dragon, que en principio sería capaz de volar de forma autónoma durante la mayor parte del viaje y solamente en caso de emergencia, requeriría que uno de los tripulantes tomara el control. Un detalle importante: el Crew Dragon no ha realizado ningún viaje y probablemente haga el primero a finales de este año.
Esta batalla de magnates que son dueños de grandes compañías tratando de conquistar el espacio va mucho más allá de un tema turístico. Y aunque las conversaciones se centran sobre el tema de quién será la primera compañía en cumplir la promesa de llevar turistas al espacio, lo verdaderamente importante está en la tecnología detrás de un viaje como estos:
- Elon Musk a través de SpaceX ha lanzado varios cohetes al espacio con el objetivo de surtir a estaciones espaciales y el mes pasado, llevó y trajo suministros de una estación de la NASA con mucho éxito.
- Richard Branson, a través de Virgin Galactic trabaja intensamente en un programa de cohetes equipados con micro satélites, enfocado en modernizar los actuales y mejorar la tecnología disponible actualmente en el espacio.
- Jeff Bezos, el fundador de Amazon tiene una compañía espacial llamada Blue Origin y trabaja en un motor llamado BE-4, buscando fabricar motores de cohetes en Estados Unidos para dejar de comprarle a Rusia. Es importante mencionar que Blue Origin también promete llevar turistas al espacio en el 2018.
- Y por último está Peter Diamantis, quién a través de su compañía Planetary Resources planea minar asteroides para traer minerales y elementos esenciales de regreso a la tierra.
Así que hoy cualquiera que tenga el dinero suficiente puede pagar por un viaje a la luna, algo impensable hace menos de 10 años, pero los planes de Elon Musk van mucho más allá de llevar a un par de ricos a un viaje alrededor de la Luna.
Musk quiere aterrizar en la Luna y más adelante en Marte, con la visión que en algún momento agotaremos los recursos de nuestro planeta y nos tendremos que ir de aquí.
Pero antes de eso, me emociona más ver qué encontrarán los primeros en llegar a otro planeta.