El lunes tuve la oportunidad de ver la presentación de arranque del WWDC17 (Worldwide Developers Conference) un evento organizado por Apple al que asisten más de 5 mil programadores provenientes de 75 países, incluyendo el nuestro. El evento generalmente presenta actualizaciones y lanzamientos de software y hardware, orientado a los programadores que trabajan en el ecosistema de Apple, desde su sistema operativo hasta el desarrollo de aplicaciones.
Este evento es una evidencia más de como hoy vivimos en un mundo dominado y gobernado por la tecnología. Nada más ponte a pensar hace cuanto no pasas un día entero sin interactuar con una computadora, tableta o celular. Así de importante e indispensable es la tecnología en nuestras vidas. Prender un microondas, sacar dinero del cajero y hasta encender un automóvil, acciones que realizamos muy seguido y de manera tan habitual que las hacemos casi por instinto, sin pensar en la tecnología necesaria para que estas cosas sucedan de manera efectiva.
Por eso desde hace unos 5 años Apple, Facebook, Google y otras compañías involucradas de manera directa con el desarrollo tecnológico han promocionado una habilidad que poco a poco es considerada fundamental y obligatoria en la educación moderna: la habilidad de programar código, que se desprende de las ciencias de la computación.
Durante muchos años, programar o aprender código estaba reservado para carreras muy especializadas de ingeniería, desarrollo de software, páginas web, aplicaciones y videojuegos. Pero en los últimos años, visionarios como Bill Gates de Microsoft, Mark Zuckerberg de Facebook y el expresidente Barack Obama por mencionar algunos, han hecho un esfuerzo enorme por comunicarle al mundo la importancia de aprender a programar y enseñarles como hacerlo.
Parte de este movimiento responde a que cada vez existen más empleos que requieren por lo menos de un conocimiento básico relacionado con la programación, tanto que para el 2020 se espera que solamente en Estados Unidos existan más de 1 millón de vacantes relacionadas con este tema, algo que seguramente sucederá en varios países incluyendo el nuestro.
Pero programar no es solamente para niños y jóvenes, hoy es una habilidad que muchos visionarios y empresarios importantes consideran fundamental aprender aunque sea a un nivel básico, para poder subsistir en mundo laboral tan competido en donde la tecnología es hoy el principal motor de las transacciones más importantes que suceden dentro de un negocio.
Además, aprender a programar te pude convertir en un activo muy importante dentro de tu organización y si estás buscando trabajo, te ayuda a tener un perfil más atractivo para las empresas.
¿Por dónde empezar? Tal vez la iniciativa más popular sea el sitio code.org en donde los cursos son gratuitos y están disponibles en varios idiomas, incluyendo el nuestro. Otros sitios en línea como Codecademy, Udacity y Coursera ofrecen varios cursos para aprender lo básico y también para convertirte en un programador experto. En caso que lo quieras hacer de manera presencial, en México existen lugares como dev.f que cuenta con una oferta muy atractiva de cursos para principiantes y expertos, enfocados en la programación y desarrollo de productos de software.
Dejando a un lado las implicaciones y el impacto en el ámbito laboral, programar también te ayuda a ejercitar tu mente, mejorando tu habilidad para resolver problemas y despertando tu creatividad. Programar también ejercita el lado izquierdo de tu cerebro, mejorando la manera que manejas e interpretas la información, fortaleciendo la memoria. En otras palabras, esta habilidad además de ayudarte en tu vida profesional, también tiene un impacto positivo en tu salud.
En las palabras de Steve Jobs, “Todos en este país deberían de aprender a programar una computadora, porque te enseña a pensar”.
Nunca es tarde.