El negocio de los deportes está en los videojuegos

19 de Febrero de 2025

Eduardo Penafiel

El negocio de los deportes está en los videojuegos

Eduardo Penafiel

Para los viejos lobos, fieles a nuestra consola de videojuegos, esta temporada del año representaba un momento muy emocionante debido a que los grandes videojuegos de los cuales venías viendo trailers y teasers durante todo el año, por fin llegaban a las tiendas. Los estudios más importantes aprovechaban el momento para lanzar los títulos en los que más confiaban, para llenar los anaqueles y asegurar un volumen muy alto en ventas.

Pero en estos últimos años, esto no ha sucedido de esa forma. Hoy son pocos los títulos que realmente llegan a tener ese impacto o más bien son pocos los estudios y marcas que se atreven a arriesgar tanto y centrar todos sus esfuerzos en uno o en un par de títulos. Este cambio no se debe a que existen menos consolas o menos videojugadores que en otros años (aunque a veces sí se siente un poco estacando el mundo de las consolas), más bien el cambio se le puede atribuir a un fenómeno que no para de crecer y que además representa una mejor apuesta para la industria: los eSports.

Ya había escrito acerca de este fenómeno hace unos meses en este espacio, pero nunca pensé que en tan poco tiempo, se manifestara tanto su crecimiento e impacto para cerrar el 2017. Estas competencias profesionales de videojuegos no solamente están generando una base de seguidores alrededor del mundo y atrayendo a marcas de todas las categorías a involucrarse de alguna u otra manera, sino que además hoy el Comité Olímpico Internacional está considerando incluir a los eSports dentro de las Olimpiadas de París en 2024.

Aunque una de las razones principales para hacerlo tiene que ver con los ratings y la venta de patrocinios, la realidad es que se trata de atraer a las generaciones más jóvenes (millennials y Z’s), algo que la Olimpiadas y otros deportes como el futbol soccer y el futbol americano por mencionar algunos, no han podido hacer en los últimos años y los eSports sí. Hoy una competencia de eSports es capaz de llenar estadios, vender miles de playeras y generar emociones igual o más grandes que las de otros deportes.

Pero, ¿una competencia de videojuegos debería ser considerada un deporte? Yo creo que sí. Al final, existe un alto grado de destreza, habilidad y concentración que podría ser comparable con una carrera de autos o una pelea, sin poner en peligro la vida del participante. Además, parte del éxito de estas competencias recae en que el ganador de millones de dólares en un torneo, no es esa figura inalcanzable con contratos millonarios y un equipo de seguridad a su alrededor, sino que es alguien con quien se identifican e incluso pueden interactuar con él a través de una transmisión en vivo o livestream cualquier día de la semana. La relación es mucho más personal y no está restringida por algún tema como edad, sexo, raza o religión.

eSports dejó de ser una tendencia emergente para convertirse en una categoría con más de 250 millones de fans y se espera que la cifra se duplique en los próximos cinco años, entre seguidores y jugadores casuales. No es casualidad que las grandes empresas inviertan millones en plataformas relacionadas con los eSports, como Amazon a través de Twitch, Google a través de YouTube Gaming, Facebook transmitiendo juegos en vivo y ESPN integrando torneos en su programación.

En la actualidad las marcas tienen una oportunidad de oro para apoyar a esta categoría que promete mucho y llegó para quedarse, además de generar una empatía con las nuevas generaciones, quienes han encontrado una gran alternativa de entretenimiento. Los eSports han logrado el mismo sentimiento de pertenencia y competitividad que ofrece el deporte tradicional, pero a través de nuevas y más efectivas formas para manejar evaentos en vivo.

@elpocas