El cambio climático va en serio (aunque Trump lo considere una farsa)

7 de Noviembre de 2024

Eduardo Penafiel

El cambio climático va en serio (aunque Trump lo considere una farsa)

Eduardo Penafiel

Según la NASA la tierra ha atravesado por 7 ciclos de cambio climático glacial. El último fue tan fuerte que terminó con la era de hielo hace 7,000 años, lo que marcó el comienzo del ciclo en el que actualmente vivimos. Lo relevante de este dato es que el calentamiento global actual es el resultado de la actividad humana a partir de la mitad del Siglo XX, ya que en los últimos 67 años hemos sido culpables por un 95% de este fenómeno, con los niveles del mar creciendo más de 20 centímetros y la temperatura de la tierra aumentado casi un grado entero.

Cuando el presidente del país más poderoso del mundo sigue creyendo que el cambio climático es una farsa, que cuesta muy caro y amenaza con salirse del Acuerdo de París, medios alrededor del mundo ocupan sus portadas para dar la noticia y algunos profundizan en el tema, explicando la importancia de reducir los gases de invernadero para evitar el calentamiento global.

Pero el cambio climático va mucho más allá de reducir los gases de invernadero, es un fenómeno que en los últimos años se ha acelerado y las evidencias de su impacto son cada vez más notables. El compromiso de los países para reducir la emisión de gases de invernadero y su efecto en el calentamiento global a veces es difícil de explicar pero cuesta más trabajo ponerlo en contexto.

Los fenómenos meteorológicos como la Canícula que disminuye la lluvia y aumenta las temperaturas en nuestro país son importantes, pero tenemos que entender como influyen estos fenómenos en industrias que están siendo impactadas a tal grado que en poco tiempo cambiarán radicalmente o simplemente desaparecerán como las conocemos. Algunos ejemplos:

La industria del café: El café está de moda y la demanda es tan grande, que ya no alcanza la tierra para cultivarla y completar los ciclos requeridos. ¿El problema? Que el café es muy sensible ante el mínimo cambio de temperatura y como esta sigue aumentando, la cantidad de tierra disponible podría reducirse a la mitad en el 2050. Si, en solo 33 años.

La industria de la bebida: Los cambios bruscos en el clima y el aumento en la temperatura de la tierra afectan ingredientes para elaborar refrescos como la caña de azúcar. Además, la escasez del agua derivada de esté fenómeno afecta la producción de grandes compañías como Coca Cola, a quién hace unos años le cerraron una planta en India, acusando a la compañía de extraer de la tierra cantidades de agua sin control y sin regulación.

La industria de la pesca: El aumento en los niveles del mar y la contaminación que sufre afecta a tal grado que para el 2030, este fenómeno acabará con el 17 por ciento del salmón y la trucha, además que el aumento en el nivel de acidez en el mar afecta al crecimiento de moluscos como las almejas y los ostiones.

Así que mientras los grandes empresarios y visionarios de nuestros días se encaran en una batalla espacial buscando la posibilidad de habitar otros planetas, nuestros hijos o nietos podrían ver como terminan bajo el agua ciudades como Nueva York, Londres, Miami y Bangkok, además de vivir con temperaturas que los mantendrían en refugios con clima controlado durante la mayor parte de su vida.

Nada más no entendemos. Estamos concentrados en cosas que nos afectan de manera inmediata y cuando leemos acerca del tema, creemos que no está dirigido a nosotros, que está reservado para los líderes de los países, instituciones especializadas que se dedican o trabajan alrededor del tema y a los políticos. El 2016 fue el año más caliente en la historia de la humanidad y este va por el mismo camino.

El cambio climático no es algo pasajero. Ignorarlo deteriora poco a poco nuestra calidad de vida a tal grado, que si no tomamos cartas en el asunto como personas y sociedad, pronto nos podríamos llevar una sorpresa muy desagradable.