Deporte: negocio primero, entretenimiento después

15 de Noviembre de 2024

Eduardo Penafiel

Deporte: negocio primero, entretenimiento después

Eduardo Penafiel

El pasado fin de semana, aficionados al deporte en general fuimos testigos de un acontecimiento único cuando un peleador de artes marciales mixtas se subió a un ring para enfrentar al mejor boxeador de los últimos 20 años.

Existía una especie de morbo alrededor de la pelea con preguntas como: ¿Podrá un joven de 29 años noquear a uno de los mejores en la historia?, ¿Cuánto tiempo va a tardar Mayweather en terminar con McGregor?, y la más sonada: ¿La pelea es puro show para ganar mucho dinero?

Es cierto que la línea entre el desempeño de los peleadores y el espectáculo que debe aportar este tipo de eventos es muy delgada. Pero el deporte también es un negocio. Y uno muy grande.

Para Mayweather, representó llegar a su victoria número 50 sin sufrir una derrota, con una cifra garantizada de 100 millones de dólares por subirse al ring. Esto sin tomar en cuenta los ingresos del pago por evento y los patrocinios, suma que podría alcanzar los 300 millones de dólares.

Para poner esto en perspectiva, comparemos esta cantidad con otros deportes:

En la NFL, el jugador mejor pagado se llama Derek Carr, mariscal de campo de los Oakland Raiders, quien firmó un contrato por 5 años para ganar 25 millones de dólares al año. Carr tendría que ganar esa cifra durante 12 temporadas, participando en 192 partidos de temporada regular, para lograr el mismo ingreso que Floyd Mayweather.

En la MLB, es el pitcher Clayton Kershaw de los Dodgers de los Ángeles, tiene un contrato de 33 millones de dólares por 7 años. Kershaw tendría que lanzar otras tres temporadas adicionales para alcanzar esa cifra.

En la NBA Lebron James de los Cavaliers de Cleveland, cuenta con un contrato por 3 años valuado en 100 millones de dólares. Lo que a Mayweather le dieron por 30 minutos, a Lebron le costará 246 partidos de 48 minutos cada uno, sin contar postemporada.

En el fútbol soccer Cristiano Ronaldo gana 58 millones de dólares al año de salario en el Real Madrid y otros 35 millones de patrocinios. A él le tomaría poco más de 3 años ganar lo que Floyd Mayweather logró en una sola noche.

Y en los pasados juegos olímpicos, si un deportista mexicano hubiera conseguido una medalla de oro, se habría llevado alrededor de 3 millones de pesos. Unos 160 mil dólares, por 4 años de preparación.

Entonces, ¿Por qué los ingresos en el boxeo son tan altos? De entrada, las ganancias del peleador no se tienen que dividir mucho. Un representante, un promotor y algunos preparadores físicos, con los cuales no tiene que repartir las ganancias de manera equitativa. Los patrocinios son a nivel personal y no ha nivel equipo, ya que el peleador (una vez que toma control de su carrera) es quién decide con qué marca se asocia. Además, la infraestructura para realizar una pelea de box es mucho más barata que la de otros deportes.

En el caso de Floyd Mayweather, su compañía Mayweather Promotions es la encargada de toda la comercialización de su imagen y de todos los derechos de transmisión para cada una de sus peleas. Desde hace 10 años produce y promociona conciertos, obras de teatro y peleas de 20 boxeadores en 6 diferentes categorías. Por algo lo llaman “Money Mayweather”.

El deporte es un negocio con grandes retornos de inversión, atractivo para personas de todas las edades y niveles socioeconómicos. Si no lo fuera, pocos lo practicarían a nivel profesional. Desafortunadamente la tecnología y el acceso a la información nos ha vuelto más exigentes. Criticamos muy rápido cuando algo no nos gusta, no nos convence o cuando el desempeño de una persona, jugador o equipo no satisface nuestra afición por él.

Lo cierto es que además de generar mucho dinero, el deporte debería de cumplir con una regla fundamental: Entretener.

Mientras el deporte entretenga, el dinero seguirá inundando a los deportistas de alto nivel.