Cuando los billetes y las tarjetas comienzan a ser irrelevantes

7 de Febrero de 2025

Eduardo Penafiel

Cuando los billetes y las tarjetas comienzan a ser irrelevantes

Eduardo Penafiel

Las tarjetas de crédito y débito son una alternativa muy efectiva para realizar pagos en establecimientos y disponer de dinero en efectivo a través de cajeros. Pero con el paso del tiempo, tu cartera se vuelve mucho más pesada gracias a las identificaciones, tarjetas de descuento de distintas tiendas y por supuesto, a las tarjetas de crédito y débito que vas acumulando.

Los avances tecnológicos enfocados en las transacciones de pago no solamente están tratando de reducir el uso del efectivo, sino también buscan eliminar las tarjetas de crédito y débito en su forma física. Estos rectángulos de plástico que en algún momento fueron un símbolo de status, hoy son poco relevantes para las nuevas generaciones que buscan llevar a cabo la acción de pagar utilizando algo que es parte integral de su día a día: el teléfono celular. Para ellos, una tarjeta representa un estorbo y en muchos casos un peligro, ya que los puede llevar a gastar dinero que no tienen.

Un mundo sin tarjetas de crédito o débito es un escenario muy factible a corto plazo en el cual ya participamos, muchas veces sin darnos cuenta. Piensa en Uber, Cabify y demás servicios de transporte que puedes accesar a través de una aplicación. Una vez que metes el número de tu tarjeta de débito o crédito al darte de alta, nunca más lo vuelves a ingresar. Lo mismo sucede si alguna vez has comprado en tiendas en línea, donde al menos que por motivos de seguridad o actividad sospechosa te pidan volver a ingresar los números de tu tarjeta, esos datos se guardan de manera permanente en el sistema. Al final, estos plásticos son solamente eso; una serie de números únicos que te permiten realizar transacciones de pago.

Las compañías que tienen su logotipo en la mayoría de los plásticos de crédito o débito del mundo (Visa, MasterCard) llevan mucho tiempo invirtiendo en tecnología para seguir siendo los jugadores principales en transacciones digitales. Un ejemplo es Visa, que aunque hoy cuenta con su propio sistema digital de pago Visa Checkout, juega un papel muy importante en plataformas como PayPal, Google Wallet, Apple Pay y Samsung Pay. Estas dos últimas utilizan un sistema capaz de generar una serie de números únicos para cada dispositivo. Si en algún momento alguno se encuentra en alerta por fraude o se sospecha que fueron comprometidos, simplemente generan de forma automática otra serie de números. De esta forma el usuario ni se entera del problema y además no tiene que ingresar su número otra vez en cada dispositivo.

Otro gran ejemplo de esta tecnología es la aplicación de BBVA Bancomer en México, que te permite sacar dinero del cajero sin utilizar una tarjeta. Simplemente ingresando a tu cuenta en el celular, puedes generar un código único para retirar dinero o mandarle ese número a alguien para que lo retire de cualquier cajero de este banco.

La tecnología detrás de todos estos sistemas de pago se concentra en servidores que son capaces de procesar transacciones utilizando números únicos y generando nuevos cuando sea necesario. También son cada vez son más seguros, porque cada transacción además de ir ligada a un número, también identifica el dispositivo y la aplicación mediante la cual fue generada la transacción.

Gobiernos y compañías llevan mucho tiempo y dinero invertido tratando de hacer el dinero (papel) y las tarjetas más seguras. Pero ahora que cada vez son menos relevantes para las nuevas generaciones, ¿Para qué invertir más si alguien con un teléfono celular puede llevar a cabo las mismas funciones que cumplen estos elementos?

Hoy se trata de confiar más en la tecnología, dejar de resistir el cambio y entender que esta tendencia es algo benéfico tanto para los usuarios como para los negocios, desde los grandes bancos hasta los pequeños comercios.