Los vapeadores son una “invención perversa”, así los catalogó Alejandro Svarch Pérez, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
El encargado de la vigilancia sanitaria del país mencionó que se han incautado más de 72 mil de estos artefactos en todo el país, pese a haber sido prohibidos por un decreto presidencial que se firmó el 31 de mayo pasado.
Este medio pudo constatar que, al menos en el primer cuadro de la Ciudad de México, se siguen vendiendo en las plazas de mercancías de importación, principalmente de origen asiático, sin restricción alguna y a la vista de las autoridades de la demarcación. Además, por medio de internet y páginas de Facebook, también pueden ser conseguidos.
Según Svarch, los vapeadores representan un grave peligro. “A través de una extensa evaluación de riesgos, identificamos que estos productos contenían sustancias tóxicas que pueden ocasionar enfermedad respiratoria aguda e incluso la muerte”, señaló durante la mañanera de este martes en Palacio Nacional.
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Svarch reiteró que el Laboratorio Nacional de Referencia de Cofepris hizo el primer análisis en el mundo para detectar las sustancias que contienen los vapeadores, lo cual es falso, pues a principios de octubre del año pasado investigadores de la Universidad Johns Hopkins hicieron el primer análisis de este tipo, en el que detectaron alrededor de dos mil compuestos no declarados, mientras que Cofepris encontró 33, aunque en vapeadores que sólo declaran tener tres.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que estos productos van dirigidos con frecuencia a niños y adolescentes mediante miles de aromas atractivos y afirmaciones engañosas. Asimismo, denuncia que “las empresas tabacaleras comercializan agresivamente nuevos productos y presionan a los gobiernos para que limiten su reglamentación”.
Un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señala qué el tabaco es una causa de empobrecimiento entre los hogares mexicanos al destinar ingresos a su compra, pero que también desprenden otros gastos como en bebidas alcohólicas, lo que limita su dinero para compra de alimentos.
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