Tan pronto como comenzó la nueva escalada bélica entre Israel y el grupo Hamás, las personas se volcaron a internet tanto para informarse como para opinar, pero casi al mismo tiempo, comenzó la censura.
Así lo han denunciado varios creadores de contenido como Eva Karene Bartlett, activista estadounidense-canadiense, quien en redes sociales denunció que de la noche a la mañana, y sin un aviso previo, Youtube eliminó su canal, en el que hablaba de los ataques israelíes sobre la Franja de Gaza en años anteriores.
Después de más de 15 años de tener una cuenta de Youtube, ahora, mientras Israel está cometiendo genocidio a los palestinos, Youtube de repente cerró mi cuenta por completo. Esto no es una coincidencia. Tenía muchos videos que tomé en Gaza, bajo los bombardeos de Israel en 2009 y 2012”, señaló.
Instagram es otra de las redes en la que sus usuarios acusan censura cuando hablan a favor de Palestina y en contra del gobierno israelí. En algunos casos, el contenido no es eliminado, pero se aplica shadow banning, lo que significa que se limita el alcance de las publicaciones, incluso a los suscriptores.
La censura alcanza incluso a los propios políticos. Manu Pineda, diputado español de Unidad Podemos en el Parlamento Europeo, denunció que después de que se le negara el derecho a hablar en una sesion en Estrasburgo —debido a que portaba una kufiya, el pañuelo palestino típico—, el video que muestra ese momento fue retirado de X/Twitter.
Conductas parecidas se han denunciado en TikTok y Facebook, sin que hasta el momento se haya dado una explicación clara por parte de las plataformas.
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