Cenizas de víctimas de Covid en Colombia 'se convierten' en árboles

28 de Noviembre de 2024

Cenizas de víctimas de Covid en Colombia ‘se convierten’ en árboles

Uriel y Mayra, integrantes del comité de la comunidad San Pedro Muñoztla caminan en la zona devastada por la plaga del gorgojo descortezador "dendroctunus mexicanus".

CHIAUTEMPAN, TLAXCALA, 14FEBRERO2021.- La plaga del gorgojo descortezador “dendroctunus mexicanus” ha avanzado de manera acelerada en la zona baja del parque nacional Malinche. La presencia de este insecto había sido descubierta desde el 2019, sin embargo, su crecimiento exponencial se registró en marzo de 2020, donde la plaga alcanzó las 300 hectáreas de bosque dañado, afectando en primera instancia a los árboles que habían sido dañados por incendios forestales y sequías en la región. Cada escarabajo que entra a un árbol reproduce un aproximado de 60 ejemplares, generando una expansión rápida de la plaga. Entre los lapsos de junio a septiembre de 2020 se registraron más de 500 hectáreas dañadas alcanzando la línea perimetral de las zonas más altas de las faldas de la Malinche y en diciembre de ese mismo año la cifra alcanzó más de mil hectáreas de bosque agraviado. Comités de las comunidades: San Pedro Tlacualpan; San Pedro Muñoztla y San Bartolomé Cuahuixmatlac, quienes se rigen a partir de usos y costumbres, demandan una nula participación de las autoridades ante la problemática, y una extensa participación de empresas de poda de árboles a quienes se les cuestiona sus métodos de saneamiento, descorteza y fumigación de las zonas dañadas ya que incluso árboles sanos son talados, que de acuerdo a los comuneros responden a intereses económicos. Eribel Bello, maestra originaria de la comunidad San Pedro Tlacualpan, señaló que los tres factores que han incentivado la propagación de la plaga son: cambio climático, mal procedimiento por parte de las empresas en descortezamiento y saneamiento; indiferencia y falta de iniciativa por parte de los habitantes ante la problemática; extensos trámites burocráticos, corrupción y desinterés por parte de las autoridades. Cada comunidad tiene sus propios proyectos de rescate como el trampeo, monitoreo de plaga, difusión de cultural ambiental, creación de brigadas locales de saneamiento, no obstante, debido a la contingencia sanitaria por covid-19 en el país varias de esas propuestas han tenido que ser detenidas. De acuerdo a un estudio realizado por el ingeniero Javier Camacho, habitante de la comunidad de San Bartolomé Cuahuixmatlac, se prevé un escenario catastrófico, en donde sino se atiende esta emergencia ecológica se pueden llegar a perder entre 3 mil a 4 mil hectáreas (una hectárea representa un aproximado de 400 a 500 árboles), además de un desequilibrio y pérdida de agua a nivel subterráneo provocando que la tierra quede en condiciones áridas. FOTO: MARIO JASSO/CUARTOSCURO.COM

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Mario Jasso/Mario Jasso

CHIAUTEMPAN, TLAXCALA, 14FEBRERO2021.- La plaga del gorgojo descortezador "dendroctunus mexicanus" ha avanzado de manera acelerada en la zona baja del parque nacional Malinche. La presencia de este insecto había sido descubierta desde el 2019, sin embargo, su crecimiento exponencial se registró en marzo de 2020, donde la plaga alcanzó las 300 hectáreas de bosque dañado, afectando en primera instancia a los árboles que habían sido dañados por incendios forestales y sequías en la región. Cada escarabajo que entra a un árbol reproduce un aproximado de 60 ejemplares, generando una expansión rápida de la plaga. Entre los lapsos de junio a septiembre de 2020 se registraron más de 500 hectáreas dañadas alcanzando la línea perimetral de las zonas más altas de las faldas de la Malinche y en diciembre de ese mismo año la cifra alcanzó más de mil hectáreas de bosque agraviado. Comités de las comunidades: San Pedro Tlacualpan; San Pedro Muñoztla y San Bartolomé Cuahuixmatlac, quienes se rigen a partir de usos y costumbres, demandan una nula participación de las autoridades ante la problemática, y una extensa participación de empresas de poda de árboles a quienes se les cuestiona sus métodos de saneamiento, descorteza y fumigación de las zonas dañadas ya que incluso árboles sanos son talados, que de acuerdo a los comuneros responden a intereses económicos. Eribel Bello, maestra originaria de la comunidad San Pedro Tlacualpan, señaló que los tres factores que han incentivado la propagación de la plaga son: cambio climático, mal procedimiento por parte de las empresas en descortezamiento y saneamiento; indiferencia y falta de iniciativa por parte de los habitantes ante la problemática; extensos trámites burocráticos, corrupción y desinterés por parte de las autoridades. Cada comunidad tiene sus propios proyectos de rescate como el trampeo, monitoreo de plaga, difusión de cultural ambiental, creación de brigadas locales de saneamiento, no obstante, debido a la contingencia sanitaria por covid-19 en el país varias de esas propuestas han tenido que ser detenidas. De acuerdo a un estudio realizado por el ingeniero Javier Camacho, habitante de la comunidad de San Bartolomé Cuahuixmatlac, se prevé un escenario catastrófico, en donde sino se atiende esta emergencia ecológica se pueden llegar a perder entre 3 mil a 4 mil hectáreas (una hectárea representa un aproximado de 400 a 500 árboles), además de un desequilibrio y pérdida de agua a nivel subterráneo provocando que la tierra quede en condiciones áridas. FOTO: MARIO JASSO/CUARTOSCURO.COM
Foto: Cuartoscuro

Además de reforestar, esta iniciativa busca ayudar a las personas en el duelo por perder a un familiar

Varias familias colombianas han sembrado más de 3 mil árboles en la Reserva Natural El Pajonal de Cogua, ubicada a 70 kilómetros de Bogotá, con las cenizas de sus seres queridos que perdieron la vida en la pandemia.

Tal es el caso de Alejandra Arenas, quien cumplió con esta acción, la cual, fue la última voluntad de su papá.

“Está el dolor de haber perdido a mi papá y la tranquilidad de saber que se hizo lo que él quiso y que se está aportando en la conservación del medioambiente”, dijo la joven de 27 años, a la agencia de noticias The Associated Press.

Margarita Ballesteros, directora de la Corporación Ambiental Colombia Reserva de Vida señaló a la agencia que esta iniciativa nació en 2011 y se materializó en 2014.

Con ella se han logrado plantar aproximadamente 7 mil árboles, cuatro por cada difunto.

Pese a que la idea original se creó para reforestar el predio ubicado en el Páramo del Guerrero, el “más intervenido del mundo, donde hay agricultura y minas a cielo abierto”, la pandemia hizo que el proyecto adquiriera un sentido adicional: apoyar a las familias en su duelo.

De los 7 mil árboles mencionado, alrededor de 3 mil fueron plantados en memoria de las víctimas de Covid-19.

Para lograr este proceso, los familiares se encargan de buscar un espacio para plantar su árbol a través de las funerarias que tienen convenios con la reserva y pagan por el mantenimiento de las plantas.

“La siembra la hacen directamente los familiares con cuatro árboles y placas o fotos, todo lo que quieran colocar, es una forma de hacer el duelo”, indicó a la AP la funeraria La Luz Asistencia Integral.

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https://www.ejecentral.com.mx/mueren-por-covid-19-seis-personas-vacunadas-en-sonora/