Las familias mexicanas se están alistando para recibir el uno y dos de noviembre a sus fieles difuntos. El copal, el incienso, el cempasúchil, las comidas y botanas y algún gusto como alcohol o un cigarro estarán en las ofrendas como cada año para el deleite de sus seres queridos que han partido a otro plano.
Y es que una serie de familias de horticultores mexicanos se prepararon de abril a julio para la siembra de esta flor de ornato, que según el Gobierno de la República, tendrá una producción que ascenderá a 27 millones de piezas, el equivalente a más de 20 mil toneladas, de las cuales cinco millones son originarias de Xochimilco en la Ciudad de México, una cifra mayor a las 19 mil 442 toneladas del año pasado.
Ahora, los consumidores se enfrentan al dilema sobre qué flor de cempasúchil comprar para adornar sus ofrendas, ante una campaña contra especies no nativas, principalmente asiáticas
Las especies
Son 180 variedades de semilla de 58 especies que existen de cempasúchil y que se pueden ver en los catálogos especializados de semillas que se han registrado ante la Secretaría de Agricultura.
En el mercado mexicano hay 30 especies de cempasúchil nativas registradas, pero se estima que son 35 con las que cuenta el país. Las semillas mejoradas se les ha estigmatizado debido a que su hibridación se ha realizado fuera del país, como Estados Unidos, Perú, Bielorrusia, Rusia, Eslovaquia, Países Bajos, Japón, Corea, China y Sudáfrica.
Semillas híbridas que hacen una flor más resistente al clima, plagas y otras amenazas que podrían destruir o afectar una cosecha, por lo que los floricultores han tenido que optar por sembrarlas para garantizar la producción y la ganancia. Pero este año no es igual a los anteriores, pues ahora a los consumidores por medio de una campaña negativa se les ha dicho que el producto no nacional –en especial el asiático– está dañando al sector y están pidiendo que se escoja a las mexicanas sobre esas que consideran ventajosas.
No obstante, los mismos floricultores señalan que esto es una mala publicidad y lo único que se está logrando es que se dañe el trabajo de este sector por un mal uso de la información, ya que quienes siembran son familias mexicanas, aunque la semilla
provenga de otro lugar.
“Uno como floricultor siempre va a buscar la mejor opción para producir, la que tenga menos riesgos y deje más ganancias, porque la mayoría somos familias que no podríamos resistir una pérdida”, señaló Fanny, productora del área de Xochimilco.
Aunque algunos productores revelan que su ciclo de vida puede ser más corto después de cosechadas que el de la nativas mexicanas, pero “así han sido diseñadas, sólo para durar lo que deben durar en un altar de muertos, rápido se marchitan, cuenta Fanny.
Mexicanas vs. chinas
¿Cuál es la mejor? Ni una ni otra es más buena para llevar a los hogares, cada una cumple con el cometido de acompañar estas fechas significativas para los mexicanos. Los floricultores piden que no se estigmaticen, que se consuman de acuerdo a los gustos de cada comprador y no por una moda que puede dañar a varias familias. “Desafortunadamente, al cempasúchil mexicano no le han dado la dedicación para hacerlo más resistente a los cambios que ha sufrido el entorno y eso le ha restado competitividad ante otras especies al momento de sembrar, cuenta Sergio, agricultor de Puebla; sin embargo, esa es tarea también de las autoridades en unión con los productores para poder mejorar las especies nativas.
Aunque no dudan de que el artículo que produjeron con semilla asiática se venda, sí pone en peligro que se les regatee, y ante un riesgo de pérdida cederán ante la discriminación.
“Algunos consumidores llegan preguntando por la flor nativa, la mexicana, que no sea china, y eso puede afectar su precio si se sigue con la mala publicidad”, dijo otro de los comerciantes en Cuemanco, aunque prefirió pensar que ello no será impedimento para lograr buenas ventas. El año pasado, el valor del mercado del cempasúchil ascendió a 93.2 millones de pesos, con una producción de 19.4 mil toneladas, por lo que se espera en este 2022 sea superada ante el relajamiento de las medidas sanitarias que estaban presentes hace un año.
El Gobierno de México ha exhortado a la población a no “regatear” al comprar la flor, ya que “adquieren un producto de alta calidad, y hay un gran esfuerzo y cariño de las familias productoras, las cuales apenas comienzan a recuperar su actividad económica en esta etapa pospandemia”.
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