Prohíben glifosato y maíz transgénico

23 de Diciembre de 2024

Prohíben glifosato y maíz transgénico

Producción de maíz libre de agroquímicos y de glifosato que se implementa en Culiacán.

CULIACÁN, SINALOA, 12JUNIO2021.- Víctor Suárez Carrera, subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria/SADER, durante el evento “Cosecha de maíz blanco de Sinaloa Otoño/Invierno 2020-2021: transición agroecológica y sin glisofato”, en el que se dieron detalles de la agricultura libre de agroquímicos y de glifosato que se implementará en la región. En este evento se demostró que predios de agricultura comercial, como este con total de 600 hectáreas, tienen la viabilidad de producir sin uso de agroquímicos y sin glifosato. Acompañado de productores y científicos agrícolas, Víctor Suárez, subsecretario de la SADER, presenció la trilla en el que se obtuvo un resultado de 14.28 toneladas por hectárea en una parcela de siete hileras, de 14 surcos de maíz sembrado con prácticas agroecológicas ( uso de microorganismos, control biológico y un método que propicia decisiones a partir de la medición de ph, conductividad eléctrica, potencial de óxido reducción y otros indicadores). Con la implementación de estas prácticas agroecológicas el resultado tuvo un costo por tonelada de 2 mil 800 pesos, 584 pesos por debajo de un predio “testigo” cultivado con agroquímicos, donde el rendimiento es de 14.7 toneladas por hectárea contra los 14.28 en los que se aplicó la agrotecnología sustentable. Al igual que Sinaloa, en otros 20 estados, la Secretaría de Agricultura promueve el modelo Manejo Integral de Cultivos Inducidos (MICI); con los que no se usa ningún tipo de agroquímico. FOTO: SADER/CUARTOSCURO.COM

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Secretarías de Estado

CULIACÁN, SINALOA, 12JUNIO2021.- Víctor Suárez Carrera, subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria/SADER, durante el evento "Cosecha de maíz blanco de Sinaloa Otoño/Invierno 2020-2021: transición agroecológica y sin glisofato", en el que se dieron detalles de la agricultura libre de agroquímicos y de glifosato que se implementará en la región. En este evento se demostró que predios de agricultura comercial, como este con total de 600 hectáreas, tienen la viabilidad de producir sin uso de agroquímicos y sin glifosato. Acompañado de productores y científicos agrícolas, Víctor Suárez, subsecretario de la SADER, presenció la trilla en el que se obtuvo un resultado de 14.28 toneladas por hectárea en una parcela de siete hileras, de 14 surcos de maíz sembrado con prácticas agroecológicas ( uso de microorganismos, control biológico y un método que propicia decisiones a partir de la medición de ph, conductividad eléctrica, potencial de óxido reducción y otros indicadores). Con la implementación de estas prácticas agroecológicas el resultado tuvo un costo por tonelada de 2 mil 800 pesos, 584 pesos por debajo de un predio “testigo” cultivado con agroquímicos, donde el rendimiento es de 14.7 toneladas por hectárea contra los 14.28 en los que se aplicó la agrotecnología sustentable. Al igual que Sinaloa, en otros 20 estados, la Secretaría de Agricultura promueve el modelo Manejo Integral de Cultivos Inducidos (MICI); con los que no se usa ningún tipo de agroquímico. FOTO: SADER/CUARTOSCURO.COM
Foto: Cuartoscuro

El decreto que impide a dependencias y entidades de gobierno adquirir estos productos coincide con el pedido de EU de presentar evidencia que lo sustente

A partir de mañana, las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal están obligadas a abstenerse “de adquirir, utilizar, distribuir, promover e importar maíz genéticamente modificado, así como glifosato o agroquímicos que lo contengan como ingrediente activo”.

Esta prohibición, publicada hoy en el Diario Oficial de la Federación en un decreto presidencial, es válida “para cualquier uso, en el marco de programas públicos o de cualquier otra actividad del gobierno”; sin embargo, se establece un periodo de transición desde la entrada en vigor del decreto hasta el 31 de marzo de 2024.

La publicación del decreto coincide con la solicitud que hizo el pasado jueves el nuevo jefe de negociaciones en comercio agrícola de la Representación Comercial de Estados Unidos, Doug McKalip, al gobierno mexicano para explicar las bases científicas que sustentan la prohibición al maíz genéticamente modificado y el glifosato. La solicitud tenía como plazo el día de mañana 14 de febrero.

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Los considerandos del decreto señalan la existencia de “distintas investigaciones científicas” sobre efectos nocivos del glifosato en la salud de los seres humanos, el medioambiente y la diversidad biológica; sin embargo, no señalan ninguna investigación en concreto.

También se indica que el glifosato “ha sido identificado como probable carcinogénico en humanos por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer”; aunque omiten señalar que el documento de la IARC (por su sigla en inglés) indica que hay “evidencia limitada” de cáncer en humanos y “suficiente” de cáncer en experimentos con animales “a partir de estudios de glifosato puro”.

Ciertamente, la IARC también concluyó que había evidencia “fuerte” de que, tanto el glifosato “puro” como las formulaciones de glifosato, provocan alteraciones en el material genético.

Por otra parte, el decreto señala que el Consejo Nacional de Ciencia Tecnología (Conacyt) ha trabajado desde principios de 2021 en buscar alternativas para sustituir al glifosato. De acuerdo con un comunicado de noviembre de 2022, Conacyt ha ofrecido hasta el momento 21 publicaciones sobre lo que se conoce como métodos de arvenses, que implican el manejo ecológico de este tipo de plantas en los cultivos y prescinden del uso de herbicidas.

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El decreto también contempla “el uso de otros agroquímicos seguros para la salud, de productos biológicos u orgánicos… así como el uso intensivo de mano de obra y otras prácticas agroecológicas.

Además, en cuanto al maíz transgénico, se decretó que las autoridades en materia de bioseguridad “revocarán y se abstendrán de otorgar permisos de liberación al ambiente en México de semillas de maíz genéticamente modificado”, y de “otorgar autorizaciones para el uso de grano de maíz genéticamente modificado para alimentación humana”.

Los considerandos no dan explicaciones ni citan evidencias relativas a las afectaciones a la salud que pudiera tener el maíz transgénico, y solo hacen referencia a que la medida se toma “en congruencia con las políticas de autosuficiencia alimentaria del país”.

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