Prohíben glifosato y maíz transgénico
El decreto que impide a dependencias y entidades de gobierno adquirir estos productos coincide con el pedido de EU de presentar evidencia que lo sustente
A partir de mañana, las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal están obligadas a abstenerse “de adquirir, utilizar, distribuir, promover e importar maíz genéticamente modificado, así como glifosato o agroquímicos que lo contengan como ingrediente activo”.
Esta prohibición, publicada hoy en el Diario Oficial de la Federación en un decreto presidencial, es válida “para cualquier uso, en el marco de programas públicos o de cualquier otra actividad del gobierno”; sin embargo, se establece un periodo de transición desde la entrada en vigor del decreto hasta el 31 de marzo de 2024.
La publicación del decreto coincide con la solicitud que hizo el pasado jueves el nuevo jefe de negociaciones en comercio agrícola de la Representación Comercial de Estados Unidos, Doug McKalip, al gobierno mexicano para explicar las bases científicas que sustentan la prohibición al maíz genéticamente modificado y el glifosato. La solicitud tenía como plazo el día de mañana 14 de febrero.
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Los considerandos del decreto señalan la existencia de “distintas investigaciones científicas” sobre efectos nocivos del glifosato en la salud de los seres humanos, el medioambiente y la diversidad biológica; sin embargo, no señalan ninguna investigación en concreto.
También se indica que el glifosato “ha sido identificado como probable carcinogénico en humanos por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer”; aunque omiten señalar que el documento de la IARC (por su sigla en inglés) indica que hay “evidencia limitada” de cáncer en humanos y “suficiente” de cáncer en experimentos con animales “a partir de estudios de glifosato puro”.
Ciertamente, la IARC también concluyó que había evidencia “fuerte” de que, tanto el glifosato “puro” como las formulaciones de glifosato, provocan alteraciones en el material genético.
Por otra parte, el decreto señala que el Consejo Nacional de Ciencia Tecnología (Conacyt) ha trabajado desde principios de 2021 en buscar alternativas para sustituir al glifosato. De acuerdo con un comunicado de noviembre de 2022, Conacyt ha ofrecido hasta el momento 21 publicaciones sobre lo que se conoce como métodos de arvenses, que implican el manejo ecológico de este tipo de plantas en los cultivos y prescinden del uso de herbicidas.
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El decreto también contempla “el uso de otros agroquímicos seguros para la salud, de productos biológicos u orgánicos… así como el uso intensivo de mano de obra y otras prácticas agroecológicas.
Además, en cuanto al maíz transgénico, se decretó que las autoridades en materia de bioseguridad “revocarán y se abstendrán de otorgar permisos de liberación al ambiente en México de semillas de maíz genéticamente modificado”, y de “otorgar autorizaciones para el uso de grano de maíz genéticamente modificado para alimentación humana”.
Los considerandos no dan explicaciones ni citan evidencias relativas a las afectaciones a la salud que pudiera tener el maíz transgénico, y solo hacen referencia a que la medida se toma “en congruencia con las políticas de autosuficiencia alimentaria del país”.
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