El Eje 8 sur es la avenida más peligrosa de la Ciudad de México. Y circular entre las 9 de la noche y las cinco de la mañana en alguno de sus cruces, en 16 kilómetros que abarca el tramo de la delegación Iztapalapa, crece el riesgo de sufrir un accidente y hasta morir. Sólo ligeramente menos peligroso es recorrer el Eje Central y la Calzada Ignacio Zaragoza, dos avenidas en las que sufrir un accidente vehicular también es altamente probable. No es que sean unas de las calles más transitadas de la ciudad, ni por ser de las más extensas con sus 18 y 15 kilómetros, respectivamente; sino porque en 2016 en cada una se registraron 179 y 172 accidentes de tránsito, respectivamente, que no incluye la cifra negra, de los casos que no tuvieron conocimiento las autoridades. Las estadísticas arrojan un dato más: es más fácil morir en diciembre, los días miércoles, a partir de las nueve de la noche, y en especial en la delegación Cuauhtémoc, la más peligrosa para circular en la Ciudad de México, con un promedio de 2 mil 500 accidentes anuales en los últimos dos años y medio. El resto de las demarcaciones que completan el historial con más percances viales son: Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Miguel Hidalgo. Así, Leyes de Reforma, Centro, Santa María Aztahuacán, Roma y Juárez, son las colonias donde más se accidentan los automovilistas, peatones y usuarios del transporte público. A un año y cinco meses de la puesta en marcha del nuevo Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México poco se ha podido disminuir en la posibilidad de ser atropellado, chocar, caerse del transporte público, derraparse o volcarse. Los accidentes en la Ciudad de México, además de nombre y apellido también tienen día y hora específica. Durante 2016, en la capital, la temporada decembrina y de fin de año es la más peligrosa para caminar o circular en bicicleta o en automóvil, por ejemplo. El año pasado en promedio ocurrieron 2 mil accidentes viales al mes. En 2017, tan sólo en el primer trimestre ya suman más de 2 mil 700 casos, con un promedio mensual de 904 hechos. Aunque la cifra de percances muestra un descenso de un 3%, entre 2015 y 2016, el número de víctimas fatales y lesionadas se incrementó en estos primeros tres meses de este año. Estos son algunos de los datos que arrojó el análisis de una base de datos que ejecentral solicitó, vía transparencia, a la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSPCDMX), sobre los reportes de cada incidente vial registrado por la institución de enero de 2015 a marzo de este año, que suman un total de 29 mil 551 incidentes. A estos números habría que añadir la cifra negra, aquellos casos en que los automovilistas no reportan el incidente, porque se arreglan en poco tiempo. En la Ciudad de México existe un parque vehicular de 5.5 millones de vehículos, de los cuales circulan alrededor de 3.3 millones, a los que habría que sumar los que son foráneos y visitan diariamente la capital. La cantidad de vialidades y el número de vehículo en circulación diariamente, aumentan el riesgo de sufrir un percance, esto se potencializa si a ello se le suma la falta de una cultura vial, especialmente entre los conductores, como aseguró en entrevista con este semanario María Fernanda Rivero, directora de México Previene, una de las asociaciones civiles que ha contribuido en el diseño de las estrategias de seguridad vial en la CDMX. Y es que el riesgo es real, México ocupa el séptimo lugar en el mundo en número de accidentes, desde 2015, de acuerdo con un Informe sobre la Situación Mundial de la Seguridad Mundial de la Organización Mundial de la Salud.
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personas murieron en 1,701 accidentes viales en Iztapalapa en 2016
Diciembre no me gustó
El año pasado, la mayor incidencia sobre accidentes viales se concentró en diciembre, en las calles de la delegación Cuauhtémoc, la que mayor tránsito de vehículos y peatones de la ciudad concentra. A lo largo de los 12 meses de 2015, la mayor frecuencia en accidentes viales ocurrieron en las delegaciones Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez e Iztapalapa. En estas demarcaciones registró el 53.3% del total de los choques y personas atropelladas durante 2016, según un análisis que hizo la starup SinTráfico. Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo es donde se ubican dos de las vialidades de mayor circulación, avenida Insurgentes y el Paseo de la Reforma, y donde también se localiza el mayor número de instituciones públicas, el corredor financiero más importante de la capital, zonas de bares y restaurantes en colonias como Roma, Condesa, Juárez, Cuauhtémoc y Polanco. En términos generales, la plataforma de movilidad ubicó que las nueve de la noche fue el horario en el que más accidentes se registraron durante 2016, esta hora se repitió en seis de las 16 delegaciones. Por día, martes y miércoles tuvieron la mayor incidencia, mientras que por mes fueron abril, junio y diciembre. En toda la ciudad, el peor día fueron los miércoles de mayo a partir de las ocho de la noche. Poco han disminuido los accidentes de tránsito en la Ciudad de México desde la entrada en vigor del nuevo reglamento, el cual obliga a los conductores a transitar más lento por las diferentes calles de la ciudad y con mayor control de protección, como el uso del cinturón, el impedimento de usar celular, maquillarse o comer mientras se conduce un automóvil, por ejemplo. En 2016 el Eje 8 rompió récord. Recorrer sus cerca de 22 kilómetros fue el trayecto más peligroso de toda la ciudad, porque registró 202 percances durante 2016. El comparativo anual en las 16 demarcaciones arroja una disminución de 4.6 %; es decir, 607 eventos viales menos, según la SSPCDMX. Pero la tendencia en la fatalidad de los percances refleja un mayor número de muertos y lesionados. Al comparar el primer trimestre de 2015, aún sin el renovado estatuto de tráfico, el de 2016, cuando arrancó su implementación, y el de 2017, ya con un año de su aplicación, refleja que más allá de las nuevas reglas y restricciones para transitar en la ciudad, el nivel de conciencia juega un papel vital para evitar hechos fatales. De enero a abril de 2016 hubo 552 accidentes menos que en el mismo periodo de 2015. La cantidad de personas que resultaron heridas o fallecidas también fue menor: 392 lesionados y 17 fallecimientos menos, al comparar el mismo periodo. Pero en el trimestre de 2017 la situación cambió. La cantidad de muertes se elevó a 93, lo que impactó en 49 personas fallecidas más que en 2016, y 32 más en comparación con 2015. Por delegación, la situación fue similar. En los casos como los de Cuajimalpa, Tlalpan, Tláhuac y Coyoacán donde a pesar de contar con una incidencia más baja en comparación con otras demarcaciones, la fatalidad de los incidentes eleva la cantidad de víctimas. Muestra de ello es que en el primer trimestre de este año, Tlalpan y Tláhuac registraron seis víctimas mortales cada una, resultado de 151 y 20 accidentes, respectivamente. Con el mismo número de muertes de ubicó Milpa Alta con 12 incidentes; cuando la mayor cantidad de víctimas y accidentes lo obtuvo Cuauhtémoc con 525 hechos 10 muertos.
Falta conciencia del “otro”
Además de otros factores, la incidencia en la accidentalidad vial tiene que ver con la falta de cultura vial, principalmente entre los conductores, aseguró María Fernanda Rivero. En entrevista con ejecentral, explicó que eso tiene que ver con la “conciencia de que existe otro en el espacio público” y con el conocimiento del conjunto de normas contenidas, tanto en la Ley de Movilidad como en el Reglamento de Tránsito para la Ciudad de México. “Hoy desafortunadamente mueren tres personas en incidentes viales. Parte de todo esto, y es lo que nos damos cuenta, es que en la calle no hay conciencia sobre esto, ni en aprender a convivir con otros usuarios”, expuso la especialista al referirse a la prevalencia que tiene el peatón, los ciclistas y los usuarios del transporte público en la pirámide de movilidad frente al automovilista privado. Esta conciencia asociada con el conocimiento de los principios fundamentales de los reglamentos de tránsito y de la legislación, no surge espontáneamente. Es por esto que la asociación civil ha buscado que desde los niveles de preescolar y básico se instruya la cultura vial como una materia en la formación regular de los estudiantes o como parte del contenido temático de materias ya existentes. “La gente se quejó con la aplicación de las fotomultas, fue un problema reciente. La educación vial tiene que ver con entender que estos mecanismos buscan hacer respetar los límites de velocidad, que es la primera causa de muerte en accidentes viales”, indicó. Otro factor que interviene en la formación de esta conciencia vial tiene que ver con la aceptación del cumplimiento de las normas viales sin que “sea necesario que un policía o una cámara de fotomultas nos obligue a respetarlas y para evitar una sanción”.