Luego de dos intentos fallidos, será el viernes cuando en Ciudad de México inicie el diálogo entre los representantes de Juan Guaidó y Nicolás Maduro, quienes buscan poner solución a la crisis política que Venezuela arrastra desde hace varios años.
El diálogo contará con la asistencia internacional de Noruega y México. Por parte de Maduro, la delegación estará encabezada por Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional electa en 2020, y Héctor Rodríguez, gobernador del estado de Miranda.
Del lado de Guaidó —quien es reconocido como presidente encargado en medio centenar de países— se confirmó el liderazgo del exalcalde y exdiputado, Gerardo Blyde. También estará Carlos Vecchio, representante de Juan Guaidó en Estados Unidos y Tomás Guanipa, secretario general de Primero Justicia, el partido de oposición más fuerte de Venezuela.
La oposición disidente, es decir, quienes critican al gobierno interino, pero que no están con el chavismo, no tomará parte de las negociaciones.
La agenda de la reunión toca temas clave como sanciones internacionales, liberación de al menos 268 presos políticos, entre ellos el exdiputado Freddy Guevara, y un cronograma que incluya comicios presidenciales. Sin embargo, la permanencia de Maduro en el poder no está en riesgo.
Las delegaciones del chavismo y de la oposición llegan a México luego de dos intentos fallidos de poner fin a la crisis, una en 2018 en República Dominicana y otra en Barbados en 2019 que concluyó sin ningún tipo de acuerdo.
Sobre la mesa de diálogo, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, refirió que las veía con optimismo. “Son pláticas del gobierno de Venezuela y la oposición. Ojalá y se logre un acuerdo”, dijo en una comparecencia matutina.
Estas negociaciones ocurren en la antesala de las elecciones de alcaldes y gobernadores de Venezuela que se alistan para noviembre y que Nicolás Maduro se ha comprometido a respetar.
Venezuela llega también expectante de las conversaciones debido a su compleja situación política y también porque el avance de la pandemia tiene al 96.2% de su población en la pobreza y con una inflación que alcanzó en los primeros cinco meses de este año una tasa acumulada de 264.8 por ciento.