El controvertido proyecto de ley que plantea la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte fue aprobado la madrugada del 11 de septiembre en el Senado
La reforma judicial en México, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, busca realizar cambios significativos en el sistema judicial del país.
· Elección Popular de Jueces y Magistrados: Se propone que los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte sean elegidos por voto popular a partir de 2025.
· Reducción de la Suprema Corte: La reforma plantea reducir el número de ministros de la Suprema Corte de 11 a 9.
· Creación de Nuevos Órganos: Se establecerán un Órgano de Administración Judicial y un Tribunal de Disciplina para supervisar y sancionar a los miembros del Poder Judicial.
· Mandatos Rotativos: La presidencia de la Suprema Corte será renovada cada dos años de manera rotativa.
La reforma judicial en México podría tener varios impactos significativos en el sistema legal del país:
Mayor Participación Ciudadana: La elección popular de jueces y magistrados podría aumentar la participación ciudadana en el sistema judicial, promoviendo una mayor transparencia y responsabilidad.
Cambios en la Estructura del Poder Judicial: La reducción del número de ministros de la Suprema Corte y la creación de nuevos órganos como el Órgano de Administración Judicial y el Tribunal de Disciplina podrían cambiar la dinámica interna del Poder Judicial, afectando cómo se administran y supervisan los casos.
Impacto en la Independencia Judicial: Algunos críticos argumentan que la elección popular de jueces podría politizar el sistema judicial, afectando su independencia y la imparcialidad en la toma de decisiones.
Reacciones y Protestas: La reforma ha generado protestas de trabajadores del Poder Judicial y preocupaciones de asociaciones empresariales sobre su impacto en la inversión y la estabilidad económica.
Mandatos Rotativos: La rotación de la presidencia de la Suprema Corte cada dos años podría traer una mayor diversidad de liderazgo, pero también podría generar inestabilidad si no se maneja adecuadamente.
Estos cambios buscan modernizar y democratizar el sistema judicial, pero también presentan desafíos y riesgos que deberán ser gestionados cuidadosamente.