Cada vez son más numerosos y comunes los grupos integrados por cristianos migrantes que ingresan a México, siguiendo las instrucciones de un líder religioso, para buscar una mejor calidad de vida al llegar a Estados Unidos procedentes de El Salvador, Venezuela, Guatemala y Cuba.
Es una estrategia bíblica, tomada del libro de Éxodo, adaptación de pequeñas iglesias evangélicas, donde un pastor, o líder, traza la ruta, convence a varios integrantes, reúnen recursos y emprenden la huida de la esclavitud a la que están sometidos por los regímenes donde nacieron… pero donde no piensan morir.
El pastor guatemalteco Delmar Cienfuegos, que encabezaba la iglesia Aposento Profético en Guatemala, reunió a 57 evangélicos dispuestos a emigrar hacia EU, atravesando México, para solicitar visado en la Unión Americana. El 17 de febrero pasado, juntaron recursos, víveres y documentos personales para emprender el viaje. Sólo 23 lograron llegar a Ciudad Juárez, donde nadaron en el Río Bravo y actualmente trabajan en Texas 17 varones y 6 mujeres, la mayoría en el ramo de la construcción y venta de comida. Otros 6 encontraron trabajo en Chiapas y Veracruz. Los demás debieron regresar a su país.
Delmar ya tiene una congregación de 80 personas en la zona de Lajitas, Texas y calcula que en diciembre podrá abrir al público un templo con capacidad para unos 300 hispanoparlantes. “Con el dinero que vamos a colectar aquí, podemos traer a más hermanos para que nos apoyen en la obra misionera… nuestra calidad en este país es 20 veces mejor que allá (Guatemala)… no hay trabajo bien pagado, no hay un sistema de salud y educación como aquí y no hay posibilidades de vivir bien”, dice el pastor.
En entrevista, Fernando Meireles, pastor cubano que salió de la Isla el 31 de diciembre pasado junto con 29 compatriotas (10 de ellos evangélicos) comenta que la embarcación la construyeron de manera clandestina para poder escapar del régimen socialista. Su iglesia llamada Dios Habla Hoy se hizo de adeptos mediante la predicación callejera. Luego de 23 horas de navegación llegaron a Cayo Hueso y de ahí fueron trasladados a Miami, donde hoy trabaja.
Actualmente sólo 3 del grupo siguen detenidos en Migración, los demás trabajan en la Florida. La esposa del pastor, Daneily Tamayo, y sus 3 niños llegaron en enero de 2023, también en una barcaza construida con desechos industriales. Ahora la familia está completa. Reconoce el pastor Meireles que existe la posibilidad de fundar una congregación de cubanos en ese estado, pero que por el momento hay más grupos de protestantes y católicos cubanos que, dirigidos por un pastor o sacerdote, están construyendo no sólo la embarcación sino el plan para fugarse de la Isla en cualquier momento.
Mientras, el virtual candidato republicano Donald Trump, quien se dice evangélico y se reúne públicamente -en esta época de elecciones- para salir en medios con ministros de culto ha dicho que no otorgará a México “ni 10 centavos” para frenar la migración, en clara alusión a la propuesta del presidente López Obrador, de destinar millones de dólares para dar trato digno a los migrantes.
PALABRA DE HONOR: En su último editorial, el semanario Desde la Fe, que edita la Arquidiócesis de México, al referirse al linchamiento de los presuntos asesinos y secuestradores de la niña Camila en Taxco, Guerrero, la semana pasada, dice que el hecho es una muestra de la fractura que ha sufrido el tejido social que compete al Estado, “a la clase política, a las instituciones de seguridad… y a los ciudadanos y familias”, pero no asume responsabilidad alguna como iglesia mayoritaria (más del 85% de mexicanos se asume católico) que conforma en nuestro país.