La espiritualidad como factor de cambio en México

22 de Julio de 2024

Oscar Moha
Oscar Moha

La espiritualidad como factor de cambio en México

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En América Latina existen gobiernos autoritarios que persiguen, encarcelan y exilian a líderes religiosos (como en Nicaragua y Cuba), al tiempo que aumenta el discurso de odio en contra de poblaciones vulnerables y la persecución de minorías religiosas (como en México, contra evangélicos y miembros de la comunidad LGBTQ), según denuncian colectivos ante la Organización de Estados Americanos (OEA).

La OEA invita cada año a instituciones de la sociedad civil a entablar un diálogo sobre diversos temas. En esta ocasión Li Cuéllar Wills, una activista que encabezó la coalición Religiones, Creencias y Espiritualidades en Diálogo con la Sociedad Civil, comentó durante el evento -celebrado en Paraguay- que América Latina “es el continente más violento y desigual del mundo”, por lo que las religiones pueden ayudar a un cambio a favor de la democracia.

Ella, junto con activistas de otras naciones que trabajan en el área religiosa, redactaron una declaración, que entre otras cosas afirma: “el derecho a la libertad religiosa es definitivo para la construcción de una sociedad democrática, sostenible, segura y justa”, por lo que exhortaron a las naciones integrantes de la OEA a reconocer esta garantía como un aporte para la promoción de la cohesión social.

Durante las sesiones reconocieron que existen grupos religiosos fundamentalistas, aunque no representativos, que desean “imponer la discriminación en nombre de la libertad de creencias”. Y es que a ese evento trataron de incrustarse representantes religiosos ProVida, cuyo objetivo ha consistido en imponer una moral en todo el continente, menospreciando los derechos y ocupando un asiento en la OEA para ostentarse como entes globales, pero con un lamentable enfoque sectario.

En la declaración se propone además desarrollar alertas para frenar la violencia y persecución en contra de minorías religiosas, como sucede actualmente en el estado de Hidalgo, donde más de 100 indígenas de origen náhuatl huyeron por la intolerancia religiosa que sufren en la comunidad de Coamila, donde caciques católicos les han cortado la luz y el agua potable por ser evangélicos.

Es lamentable que el Estado mexicano no reconozca la importancia del trabajo que desarrollan algunas asociaciones religiosas a favor de la pacificación y el fomento de los derechos. Lamentable también que no atienda las sugerencias que grupos interreligioso hacen a los estados por el legalismo que todavía permea en gobiernos que prefiere continuar con la separación entre el Estado y las Iglesias y no en el fomento de una sana relación, sin invadir mutuamente la laicidad que se deben.

PALABRA DE HONOR: La contrademanda por daño moral que presentará un pastor evangélico va en serio. Puede costarle millones de pesos a los demandados. Al tiempo…

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