Biden Vs. Trump

23 de Octubre de 2024

Jorge Muñoz
Jorge Muñoz

Biden Vs. Trump

Columna Jorge Muñoz

El pasado jueves los candidatos demócrata y republicano por la Presidencia de los Estados Unidos (EUA), Joe Biden y Donald Trump se presentaron a un debate televisado para dar a conocer sus propuestas y visiones sobre diversos asuntos considerados de interés para las y los ciudadanos norteamericanos.

A diferencia de otros años, en esta ocasión, ambos candidatos han sido jefes de Estado, uno después del otro, por lo que las preguntas que se les hicieron, permitieron comparar el desempeño de cada uno en sus respectivas administraciones.

Esto, sumado a otros factores, ha revelado un panorama interesante y poco prometedor sobre el nivel de liderazgo que tendrán los estadounidenses en los próximos años.

Los debates presidenciales tienen la característica de ser un instrumento cuya efectividad está basada principalmente en la percepción que pueda obtener el votante sobre las personas que se presentan, lo cual desafortunadamente vino a perjudicar a ambos contendientes.

Por un lado, existen serias preocupaciones sobre la capacidad y aptitud de Joe Biden de continuar al frente del gobierno de EU por otros 4 años, considerando que ya tiene 81 años de edad. Dichas inquietudes se vieron convalidadas por la aparente confusión del candidato demócrata en un determinado momento del primer bloque de preguntas.

Por otro lado, cabe subrayar que aunque las posiciones del candidato republicano estuvieron marcadas por la hipérbole y la exageración para destacar sus logros y recalcar los problemas de los que culpa a su contrincante, salieron a relucir diversos temas que afectan su imagen, tales como los cargos que se le imputan por su participación en lo ocurrido el 6 de enero de 2021 en el capitolio, el caso de la actriz de contenido para adultos que presuntamente contrató o sus declaraciones calificando como “gente decente” a quienes perpetraron los homicidios ocurridos en Charlottesville.

Con todo, en cuestión de percepción, causó tal efervescencia el tema de la aptitud de Biden para gobernar, que en el partido demócrata se empiezan a barajar otras opciones para que compitan por la presidencia; entre ellas están Kamala Harris, actual vicepresidenta, Michelle Obama, exprimera dama y Gretchen Withmer, gobernadora de Michigan. No cabe duda que el hecho de que su propio partido esté pensando en sustituirlo a pesar de que la campaña de Trump tenga una cantidad considerable de debilidades es un duro golpe para Biden, consecuencia de su actuación en el debate, y representa una victoria contundente para el republicano.

Todo este conjunto de circunstancias es desafortunado debido a que Trump no es un candidato deseable para mucha gente, tan es así que hace 4 años perdió la elección frente al actual presidente quien, a su vez, gane o pierda, seguirá siendo presidente hasta enero del año que entra, lo cual podría ser grave si se considera que su capacidad está puesta en duda.

Por último, si lo sustituyen, quedará evidenciado que una de las dos plataformas políticas de EUA estará compitiendo con un candidato coyuntural o testimonial debido a la incertidumbre que despierta el actual presidente.

Todas estas cosas por sí mismas son perjudiciales para el sistema democrático del que se precia nuestro vecino del norte, no obstante, el conjunto puede desembocar en un desencanto por la democracia de las próximas generaciones de estadounidenses y afectar su relación con las instituciones y el gobierno. Más que la presidencia, pareciera que están en juego el prestigio y la legitimidad del sistema de gobierno americano.