Si bien se ha comentado ampliamente la confrontación entre México y Ecuador y la burda violación a las instalaciones de la Embajada de México y contra diplomáticos mexicanos, otro tema central lo constituye la presencia del exvicepresidente Jorge Glas, hombre fuerte en el país, vinculado al entonces presidente Rafael Correa y al correísmo. Correa, al igual que Glas, fue acusado por malversación de fondos públicos, condenado a ocho años de cárcel y actualmente está exiliado en Bélgica.
Ambos han negado las acusaciones, alegando que son perseguidos políticos. Glas fue vicepresidente de Rafael Correa y de Lenín Moreno, a quien en 2018 el parlamento destituyó de la vicepresidencia. En 2017 fue condenado por asociación ilícita y en 2020 por cohecho agravado, sentenciado a seis y ocho años de prisión, y en 2022 un recurso de Habeas Corpus le otorgó libertad provisional.
En diciembre de 2023 la Corte Constitucional ratificó las sentencias a Glas, aduciendo que el recurso de Habeas Corpus había vulnerado el debido proceso; ante esta situación y el temor de nuevos cargos, el exvicepresidente decidió ingresar a la Embajada de México para buscar asilo. La Embajada concedió un controvertido asilo en tanto que Ecuador se negó a otorgar el salvoconducto, argumentando que no era un perseguido político y que tenía temas pendientes con la justicia ecuatoriana.
Según información difundida, además de ser acusado de corrupción, el exvicepresidente tendría vínculos con el narcotráfico. El narcotraficante Antonio Norero, alias El Patrón, habría sobornado a funcionarios judiciales para la liberación de Glas. El juez Emerson Curipallo, quien le otorgó la libertad condicional, actualmente cumple prisión preventiva por tal motivo.
La figura del exvicepresidente seguramente es de especial importancia para Ecuador, México y Estados Unidos, el personaje de la caja de Pandora con los males del mundo, un hombre que seguramente sabe demasiado, razón por la cual el forcejeo por su “posesión” ha sido intenso. La trama tiene lugar en un contexto de una amplia presencia de los principales cárteles mexicanos en Ecuador, particularmente del Cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, aliados a las principales pandillas ecuatorianas, Los Choneros y Los Lobos, respectivamente.
Glas no solamente es un exvicepresidente, fue una alternativa presidencial, fue mano derecha y número dos del presidente Correa y una pieza clave de las “izquierdas progresistas”, del grupo de Puebla y del correísmo.
En 2023 fue asesinado el candidato presidencial Fernando Villavicencio, quien había declarado la guerra al crimen organizado y a los grupos mexicanos. Ecuador es un importante punto logístico para el tráfico de cocaína colombiana, ubicado estratégicamente para el tráfico colombiano y peruano hacia Estados Unidos y Europa. El crimen apunta al crimen organizado, especialmente a Los Choneros y sicarios colombianos, algunos detenidos y posteriormente asesinados en la cárcel, registran datos.
En su momento, Villavicencio conminó públicamente al presidente mexicano a encarar a las mafias mexicanas, ya que gran parte de la clase política mexicana habría sido financiada por el narcotráfico. AMLO siempre mostró simpatía por la candidata correísta, Luisa González, quien perdió ante Noboa.
Según analistas, durante la presidencia de Correa habría habido mucha tolerancia hacia el crimen organizado, lo que permitió la entrada de los cárteles mexicanos. Luego de ser arrestado, el exvicepresidente fue recluido en la cárcel de La Roca y el 8 de abril fue internado en un hospital naval por una posible descompensación por negarse a ingerir alimentos. El presidente Noboa ha reiterado la lucha contra el crimen organizado con apoyo estadounidense.