1.
En unos días dará inicio la campaña presidencial en los Estados Unidos con una partitura notablemente diferente a la que existía cuando iniciaron los procesos internos. La declinación del presidente Joe Biden para buscar la reelección contrasta con el esfuerzo realizado por su contendiente republicano, Donald Trump, quien también estaría buscando una segunda oportunidad en la Presidencia.
2.
Sin embargo, la fortaleza que había venido mostrando el magnate frente a las dudas generadas por la avanzada edad del actual inquilino de la Casa Blanca se ha sumado ahora a los notables defectos que le caracterizan, pues lo que más criticaba, la avanzada edad y problemas de salud o conducta asociados a ella, es lo que ahora le pesa, con 78 años cumplidos, enfrentándose a una candidata de relevo, 20 años más joven, para marcar la diferencia ante el electorado. Anteriormente los electores se mostraban incómodos por tener que optar entre dos octagenarios, mostrando un desencanto creciente. Ahora, el electorado parece haberse reactivado con las novedades e impulso del relevo demócrata, superando al republicano en las encuestas. El reporte de FiveThirtyEight al momento muestra a Harris superando a Trump por tres puntos porcentuales, 46 a 43%, y el declive de la opción independiente de Robert Kennedy Jr. que le habría estado restando votos a Biden, ahora colocado por debajo del 5% y yendo hacia la intrascendencia cuando llegó a estar cerca del 10 por ciento.
3.
¿Qué es lo que representa Harris frente a Trump? ¿Qué han descubierto ahora los analistas y los ciudadanos como para hacer la diferencia? No es tan sólo la vitalidad de una persona 20 años menor que la otra. Ha sido, sobre todo, que la candidatura de Harris permite contrastar nítidamente lo que es Trump y lo que podría significar para la sociedad estadounidense y el mundo que volviera al poder.
4.
Según la revista Time, el momento actual es de Harris, que podría estar captando el anhelo de muchos por una buena política, lejos de la estridencia, los escándalos y el cinismo con el que Trump se conduce. Con la inclusión de Tim Walz, el gobernador de Minnesota, está repuntando además en varios estados clave para la elección presidencial, que es indirecta y requiere los votos electorales sobre todo de los llamados “estados pendulares”, como son Nevada, Arizona, Wisconsin, Carolina del Norte, Georgia, Florida y Pennsylvania. En sí, se señala en la revista, Harris estaría en un momento exuberante como el que en su tiempo tuvo Barack Obama, de entusiasmo y participación. La campaña de Harris habría recaudado más de 200 millones de dólares en estos días, reclutando casi 40 mil voluntarios y, ahora que la fórmula presidencial será investida en la Convención Nacional Demócrata a realizarse en Chicago, se espera que las expectativas se incrementen.
5.
La situación permite a Harris presentarse, cita la revista Time, “como una ex fiscal que compite contra un delincuente convicto, una defensora del derecho a decidir que lucha contra un hombre que ayudó a revocar la célebre sentencia ‘Roe vs. Wade’ que lo protegía a nivel nacional; es una demócrata de la nueva generación contra un republicano de 78 años”; pero también deberá enfrentar los resultados de la gestión Biden, en torno a la persistencia de la inflación, una eventual recesión y la crisis fronteriza por la migración y el fentanilo. Empero, como también registra FiveThirtyEight, las preferencias por los demócratas hacia el Congreso, superan por un punto a los republicanos, 46 a 45%, revirtiendo la tendencia que tenían hace un par de meses, disipando un tanto la preocupación de debilitar la posición demócrata en el Congreso, hoy dividido entre ambos partidos (el Senado tiene mayoría demócrata, en tanto la Casa de Representantes es republicana). El viento sopla por Harris, a Trump no le resultará tan fácil increparla o defenestrarla como acostumbra, pero sí le mostrará como lo que realmente es.
