El haber y el deber (Parte I)

21 de Diciembre de 2024

Enrique Lazcano
Enrique Lazcano
Periodista con más de 35 años de carrera. Conocido por conducir espacios informativos en Radio y Televisión. Es presidente fundador de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión A.C. Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón 2022.

El haber y el deber (Parte I)

Enrique Lazcano

Los ciclos políticos, como todo en la vida, comienzan algún día y terminan en otro. La administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) está a días de concluir y se acercan de forma inexorable los tiempos de análisis: el haber y el deber, lo que se logró y lo que quedó pendiente. Para realizar este ejercicio, es esencial tener la objetividad necesaria, pues debe partir de una esfera exógena. De otro modo, sería, por decir lo menos, difícil de creer.

El presidente actual llegó al poder después de dos intentos fallidos. Nadie puede negar su infatigable lucha por alcanzar la presidencia. Como hombre de convicciones personales (compartidas o no), ha intentado modificar el sistema político nacional, situándose a la izquierda en términos de la geometría política. En este contexto, lejos del ánimo de hacer una crítica per se, comenzaré señalando, en mi opinión, los aciertos de esta administración que ya agoniza.

Es innegable que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), heredero político del primer movimiento social del siglo XX, la Revolución Mexicana, se adueñó durante décadas de la vida política de México y de la gran mayoría de los actores políticos del país. Suponer que este partido o los gobiernos que surgieron de él no hicieron nada es tonto y revela un desconocimiento de lo que ha sido el México posrevolucionario. Un gran número de las instituciones que hoy forman parte sustantiva del Estado Mexicano fueron creadas por gobiernos priistas. En su momento, y mejor dicho, en sus dos momentos, el Partido Acción Nacional (PAN), el blanquiazul, también hizo lo propio.

En este recuento no podemos ignorar que, si bien estos partidos contribuyeron a la creación de instituciones del Estado Mexicano, una gran cantidad de legisladores, funcionarios, alcaldes, gobernadores y presidentes dejó mucho que desear en el combate a la corrupción. Buena parte del hartazgo ciudadano que llevó a la izquierda al poder se debió a las enormes corruptelas e impunidad con que actuaron estos partidos, olvidándose de a quiénes se debían.

El sexenio de AMLO tendrá que esperar el juicio de la historia. Aún es temprano para juzgarlo, pues los procesos políticos requieren del paso del tiempo para ser medidos en su justa dimensión. Sin embargo, una cosa es tener un criterio historiográfico para revisar algo, y otra es observar con detenimiento la cotidianidad de la vida del país. Para quien escribe, es claro el impacto que han tenido los programas sociales en México: siete de cada 10 mexicanos recibe un apoyo del Gobierno. No enseñan a pescar, pero dan el pescado, lo que, dicho sea de paso, genera un electorado potencialmente favorable y comprometido.

El jefe del Ejecutivo, al llegar al poder, generó un halo de esperanza en gran parte de la población, que lo veía como el hombre que por fin los sacaría de la marginación y la pobreza. Seis años después, no ocurrió lo que muchos esperaban. Ante esto, es inevitable que surja una interrogante: ¿qué deja esta administración como pendientes? Esa pregunta tiene tantas respuestas como dependencias tiene el gobierno. Sin embargo, si nos enfocáramos en las instituciones sustantivas, podríamos hacer un breve repaso de lo que pasó con ellas en estos casi seis años.

Hablar hoy de salud representa un tema de la mayor preocupación para millones de mexicanos, 30 millones de ellos sin seguridad médica. A la llegada del actual gobierno, se decidió desaparecer al Seguro Popular, acusándolo de ineficacia y corrupción. Se implementó el Insabi, que supuestamente corregiría, de una vez y para siempre, todos los vicios que se tenían en los tiempos de “los corruptos del PRIAN”. Años después, el gobierno reconoció que el Insabi no funcionó. Paral