Urge discutir financiamiento de enfermedades crónicas

28 de Noviembre de 2024

Judith Senyacen Méndez Méndez

Urge discutir financiamiento de enfermedades crónicas

columna fiscal

En los países de la OCDE, la proporción de la población de 65 años y más se ha duplicado al pasar de 9% en 1960 a 18% en 2021. En México, se estima que, para 2050, una de cada cinco personas serán adultos mayores. Este cambio demográfico se vincula con las condiciones epidemiológicas de un país. El envejecimiento acelerado tiene implicaciones para los sistemas de salud, ya que las enfermedades que debe atender varían conforme aumenta la edad de la población. Por ejemplo, hacia enfermedades no transmisibles y hacia cuidados de largo plazo.

En México, como en el resto del mundo, el aumento en la esperanza de vida, los avances en vacunación y prevención de enfermedades infecciosas, la innovación, entre otros factores, han contribuido a que las enfermedades transmisibles sean sustituidas como las principales causas de años perdidos por discapacidad o por muerte prematura (DALYs, por sus siglas en inglés) por las enfermedades no transmisibles (ENT). Mientras que, en 1990 las enfermedades maternas y las infecciones respiratorias eran las principales causas de DALYs, para 2021 la diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer e infecciones relacionadas al Covid son las causas principales de DALYs.

Las ENT requieren atención constante y prolongada, y pueden generar complicaciones graves si no se atienden de manera oportuna, estos factores elevan el costo de estas enfermedades. En México, las enfermedades que contribuyen con el mayor número de DALYs también son las de mayor impacto financiero: diabetes, enfermedades cardiovasculares y diferentes tipos de cáncer. En 2023, 30% del gasto total de IMSS se destinó a 6 ENT: Diabetes, Hipertensión, Insuficiencia renal, Cáncer de mama, Cáncer cervicouterino y Cáncer de próstata. En el mismo año, el ISSSTE destinó 33% de su gasto total a: Enfermedades cardiovasculares, diferentes tipos de Cáncer, Insuficiencia renal, Diabetes e Hipertensión arterial.

Tanto el IMSS como el ISSSTE dan seguimiento al gasto que representan estas enfermedades dentro su gasto total debido a que son de las principales necesidades de atención de su población derechohabiente y a que son las de mayor impacto financiero. Además, este seguimiento les permite generar políticas públicas en materia de prevención, cultura de salud y también en intervenciones que aumenten la eficiencia del gasto. En el IMSS, se calcula que la prima de equilibrio, aquella que permitiría hacer frente a los gastos del Seguro de Enfermedades y Maternidad (SEM), tendría que aumentar alrededor de 34, y ubicarse en el 13% del salario base de cotización (SBC) comparado con una prima actual de financiamiento, promedio, de 9.7%. Esta prima de equilibrio evitaría que el SEM continúe con los resultados deficitarios que ha mostrado, al menos, desde 2008.

Los retos de financiamiento del sector salud se relacionan con la doble transición que se vive en el país: demográfica y epidemiológica, mismas que representa un aumento en los costos de atención y, que abarcan no solo a la población sin seguridad social. Se requiere una discusión sobre el financiamiento de los institutos de seguridad social, así como mejorar la eficiencia de los recursos para evitar que las condiciones financieras que actualmente atraviesan limiten los servicios de salud a los que la población con seguridad social tiene acceso.