La presidenta Sheinbaum y los militares

22 de Noviembre de 2024

Sergio Uzeta
Sergio Uzeta
Comunicador y periodista con más de tres décadas de experiencia, destacando su paso por Noticias de Once TV y Radio Fórmula. Ha sido Director General de Notimex y Director fundador del Canal Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Fue Gerente Corporativo de Comunicación Social en Pemex y Director de Información en la Presidencia de la República. Reconocido con el Premio Nacional de Periodismo, el Premio Pagés Llergo y el Micrófono de Oro, entre otros.

La presidenta Sheinbaum y los militares

Sergio Uzeta - columnista

Con la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México, se inaugura una nueva etapa en la relación entre el Ejecutivo y las Fuerzas Armadas. Siendo la primera mujer en ocupar la presidencia, Sheinbaum también será la primera en ejercer la autoridad máxima sobre las Fuerzas Armadas Mexicanas. Este hecho ha despertado inquietudes en diversos sectores que observan con preocupación el creciente poder militar en la vida civil del país, un fenómeno que se ha intensificado bajo el mandato de Andrés Manuel López Obrador.

En el actual sexenio, las Fuerzas Armadas han asumido responsabilidades inéditas, abarcando desde la gestión de aduanas y aeropuertos hasta la construcción de infraestructura y la distribución de medicamentos. Esta transferencia de funciones civiles al ámbito militar ha sido justificada como una medida para garantizar eficiencia y combatir la corrupción. Sin embargo, ha generado críticas por la falta de transparencia y la concentración de poder en un sector que tradicionalmente operaba en la sombra del ámbito civil.

En ese contexto, resulta prudente analizar algunos puntos del programa de seguridad de la presidenta electa que inciden en su relación con los militares. Uno de los aspectos más relevantes es la consolidación de la Guardia Nacional, una institución que, aunque originalmente concebida como una fuerza civil, ha estado bajo control militar desde su creación en 2019. En su plan, Sheinbaum ha propuesto no sólo mantener, sino ampliar las capacidades y facultades de la Guardia Nacional, incluyendo la vigilancia de carreteras y la función de primer respondiente en situaciones de seguridad pública.

La decisión de fortalecer la Guardia Nacional bajo el control del Ejército tiene implicaciones profundas para la relación de Sheinbaum con las Fuerzas Armadas. Al continuar con la estrategia de su antecesor, Sheinbaum envía una señal clara de que su gobierno seguirá apoyándose en el poder militar para abordar los desafíos de seguridad, lo que podría consolidar aún más la influencia de los militares en áreas tradicionalmente civiles. Este escenario podría dificultar cualquier intento futuro de revertir la militarización, ya que los militares habrán afianzado su posición como actores clave en la seguridad nacional.

La creciente dependencia de las Fuerzas Armadas podría dificultar cualquier intento de reformar o reducir su papel en la vida civil. Dado que los militares han expandido su influencia en áreas clave de la economía y la administración pública, cualquier esfuerzo por reorientar su papel podría enfrentarse a una resistencia significativa desde dentro del propio aparato estatal, así como de los sectores de la sociedad que han llegado a ver a las Fuerzas Armadas como garantes de estabilidad.

Los escenarios que se perfilan en la relación entre Claudia Sheinbaum y las Fuerzas Armadas son complejos y llenos de desafíos. La continuidad en la militarización de la seguridad pública podría fortalecer temporalmente la capacidad del Estado para enfrentar la violencia y el crimen, pero también conlleva riesgos significativos para la democracia y el Estado de derecho en México.

Será crucial observar cómo Sheinbaum maneja esta delicada relación y si podrá encontrar un equilibrio entre la necesidad de seguridad y la preservación de las instituciones civiles, sin ceder demasiado poder a las Fuerzas Armadas. Las decisiones que tome en este ámbito, incluyendo la decisión de quienes serán sus próximos titulares de la Defensa Nacional y la Marina tendrán un impacto profundo y duradero en el país durante los próximos años.